La depresión y el ataque o derrame cerebral
La depresión es una experiencia habitual en los sobrevivientes de un ataque o derrame cerebral. A menudo es causada por cambios bioquímicos en el cerebro. Cuando el cerebro está lesionado, es posible que no puedas sentir emociones positivas.
Los síntomas comunes de la depresión pueden incluir los siguientes:
- Estado de ánimo persistentemente triste, ansioso o con sensación de “vacío”.
- Inquietud e irritabilidad.
- Sentimientos de desesperanza, pesimismo, culpabilidad, inutilidad o impotencia.
- Pérdida de interés o placer en pasatiempos y actividades, incluidas las relaciones sexuales.
- Disminución de la energía y la fatiga, y sensación de “decaimiento”.
- Dificultad para concentrarse, recordar y tomar decisiones.
- Insomnio, despertarse temprano por la mañana o quedarse dormido.
- Cambios en el apetito o en el peso.
- Pensamientos de muerte o suicidio, o intentos de suicidio.
Debes estar alerta cuando un sentimiento de desesperanza te abrume y altere tu capacidad de funcionamiento, ya que esto se denomina depresión clínica. Si estos sentimientos persisten durante más de dos semanas y van acompañados de pensamientos, expresiones o acciones perjudiciales, habla inmediatamente con un profesional de la salud.
La depresión normalmente va acompañada de ansiedad en los sobrevivientes de un ataque o derrame cerebral. La preocupación y el miedo pueden ser desde incómodos hasta incapacitantes. El trastorno de ansiedad generalizada combinado con la depresión clínica puede alterar aún más la recuperación. El tratamiento es importante.
La depresión puede hacer que el proceso de rehabilitación sea más desafiante para que los sobrevivientes realicen el duro esfuerzo necesario. Sin embargo, existen tratamientos y estrategias que pueden mejorar estos cambios.
Un buen psicólogo o psiquiatra puede ayudar. Tratar la depresión y la ansiedad no solo mejora el estado de ánimo del sobreviviente, sino que impulsa su recuperación física, cognitiva e intelectual. El apoyo social también es fundamental. Diversos estudios muestran que la depresión se relaciona directamente con menores niveles de apoyo. Busca ayuda en tu familia, en tus amigos, en un grupo de apoyo para personas que han sufrido un ataque o derrame cerebral o en una combinación de recursos. Todas las personas involucradas en la recuperación deben ser conscientes de la depresión del sobreviviente y estar preparadas para responder a ella. El tratamiento y el apoyo adecuados pueden ayudar a aliviar el dolor y hacer avanzar al sobreviviente por el camino de la recuperación.