Dificultad para tragar después de un ataque o derrame cerebral (disfagia)

Un ataque o derrame cerebral puede causar un trastorno de la deglución llamado disfagia. Si no se identifica y trata, puede tener como resultado una nutrición deficiente, neumonía y discapacidad.

La aspiración es un problema frecuente en las personas con disfagia. Se produce cuando algo que has tragado ingresa en la vía aérea y los pulmones. Normalmente, la aspiración genera una tos fuerte, pero un ataque o derrame cerebral puede reducir la sensibilidad. En este caso, es posible que no sepas que estás aspirando (aspiración silenciosa).

Durante la hospitalización después de un ataque o derrame cerebral, se realiza una exploración para determinar tu capacidad para tragar con seguridad. Si tienes problemas para tragar con seguridad, es posible que no te dejen comer hasta que un logopeda evalúe lo bien que:

  • se mueven los músculos de la boca;
  • puedes tragar;
  • funciona la laringe.

Tu equipo de cuidados de salud también querrá determinar cuál es la mejor consistencia de los alimentos y líquidos que puedes tragar. Una nutrición adecuada es esencial. Si no puedes tragar con seguridad, es posible que te sugieran el uso de una sonda de alimentación para satisfacer tus necesidades nutricionales.

La American Speech-Language Hearing Association (ASHA, Asociación Americana del Habla, Lenguaje y Audición) describe la deglución de la siguiente manera:

“La deglución se produce en tres etapas o fases. Puedes tener un problema en una o más de estas fases. Entre estas se incluyen:

  • Fase oral (boca): chupar, masticar y mover los alimentos o líquidos hacia la garganta.
     
  • Fase faríngea (garganta): iniciar la deglución y hacer pasar el alimento por la garganta. Es necesario cerrar la vía aérea para evitar que entren alimentos o líquidos. Los alimentos que entran en la vía aérea pueden provocar tos y atragantamiento.
     
  • Fase esofágica: abrir y cerrar el esófago (el tubo que va desde la parte posterior de la garganta hasta el estómago). El esófago empuja los alimentos hacia el estómago. Los alimentos pueden atascarse en el esófago. También es posible que vomites bastante si tienes algún problema en el esófago o si tienes reflujo de ácido (conocido comúnmente como indigestión o acidez)”.

La ASHA identifica estos signos de problemas para tragar:

  • toser mientras comes o bebes, o justo después de hacerlo;
  • aclarar la garganta a menudo después de comer o beber;
  • tener la voz húmeda o gorgoteante mientras comes o bebés, o después de hacerlo;
  • tener la sensación de tener algo atascado en la garganta o el pecho después de comer o beber;
  • necesitar más tiempo o esfuerzo para masticar o tragar;
  • tener fugas de comida o líquido por la boca;
  • tener alimentos atorados en la boca;
  • tener dificultad para respirar después de las comidas;
  • bajar de peso. 

Precauciones comunes

Estas precauciones comunes pueden ayudarte a tragar de forma más segura:

  • Siéntate con la espalda derecha cuando comas o bebas.
  • Modifica la textura de los alimentos (ablandar, picar o hacer puré) y ajusta la finura o el espesor de los líquidos.
  • Toma pequeños bocados y sorbos.
  • Tómate tu tiempo.
  • Elimina toda la comida de la boca.
  • Evita las distracciones para concentrarte en la comida.
  • Utiliza técnicas y maniobras de posicionamiento para redirigir el movimiento de la comida. Esta información normalmente se proporciona durante el curso de la terapia. Si necesitas orientación, consulta a tu equipo médico o logopeda.