Además de la salud física (nutrición y actividad física), una vida sana también incluye la salud mental, social, emocional y espiritual.
Cada día te enfrentas a decisiones que también repercutirán en tu futuro. Nunca es demasiado tarde para tomar mejores decisiones y crear mejores hábitos a fin de cambiar tus comportamientos poco saludables. Es importante que cuides tu salud mental, duermas lo suficiente, controles tu estrés, crees hábitos saludables y te contactes con las personas que te apoyarán en tu camino.