La lucha contra la fatiga

Muchos sobrevivientes de un ataque o derrame cerebral presentan fatiga abrumadora, tanto en el aspecto físico como mental. Los síntomas incluyen dificultad con el autocontrol, las emociones y la memoria. Algunas personas indican que sienten cansancio, incluso después de una buena noche de sueño. Otras indican que sienten cansancio cuando hacen una actividad que requiere concentración física o mental. La mayoría señala que la fatiga ocurre sin advertencia y hace que sea más difícil realizar las actividades diarias de rutina.

Si sufres fatiga, habla con tu familia y colabora con tu equipo de cuidados de salud a fin de determinar el mejor plan de cuidados para ti. Las alteraciones del sueño son comunes luego de un ataque o derrame cerebral. De un 50% a un 70% de los sobrevivientes de un ataque o derrame cerebral tiene trastornos de la respiración relacionados con el sueño, y un 27% tiene sueño nocturno prolongado o somnolencia excesiva durante el día. Pueden realizarse estudios del sueño para ayudar con la evaluación y el tratamiento de los trastornos del sueño.

Ten en cuenta estas sugerencias adicionales:

  1. Revisa los posibles efectos secundarios de tus medicamentos con receta, incluida la fatiga.
  2. Solicita opciones de tratamiento si tienes ansiedad, depresión o dificultad para dormir.
  3. El apoyo y la comprensión de familiares también pueden ayudar. Dile a tu familia que la fatiga que se presenta después de un ataque o derrame cerebral puede ser abrumadora.
  4. Intenta comer de forma saludable y ejercitarte para prevenir otros problemas de salud que pueden afectar tu nivel de energía.
  5. Habla con tu fisioterapeuta para comprender cómo la fatiga afecta la condición física, los trastornos de equilibrio, la falta de coordinación en el movimiento y la marcha. Los ejercicios de equilibrio y de coordinación te ayudarán a realizar tareas de una forma en que gastes menos energía, aumentar tu confianza y disminuir la ansiedad.
  6. Intenta programar las actividades que son más difíciles en el aspecto físico o mental a lo largo del día o la semana. De esa forma, puedes planificar recesos antes de sentir cansancio.
  7. Considera modificar tu entorno personal y laboral para poder hacer actividades de forma más eficiente. Usa tecnología de apoyo cuando sea posible.

Formas de mejorar el sueño:

  1. Mantén el mismo horario para irte a dormir y levantarte todos los días.
  2. Ejercítate con regularidad, pero no en las horas antes de ir a dormir.
  3. Evita el consumo de cafeína y nicotina tarde en el día y las bebidas alcohólicas antes de irte a dormir.
  4. Relájate antes de irte a dormir.
  5. Crea una habitación para dormir: evita las luces brillantes y los sonidos estimulantes.
  6. Mantén una temperatura cómoda en la habitación.
  7. No mires la televisión ni tengas una computadora en tu habitación.
  8. Si no puedes dormir, sal de la cama y haz algo relajante hasta que sientas cansancio.
  9. Analiza tus problemas para dormir con tu médico.