El síndrome de dolor central tras un ataque o derrame cerebral
Si luego del ataque o derrame cerebral has sentido dolor inimaginable e insoportable y este no se resuelve, es posible que tengas síndrome de dolor central (CPS, por sus siglas en inglés). El dolor es una mezcla de sensaciones; calor y frío, ardor, cosquilleo, entumecimiento, puntadas y dolor constante subyacente.
Como con otros desafíos luego de un ataque o derrame cerebral, el CPS puede afectar la vida diaria. Además del dolor constante, es posible que te preocupe que mucho movimiento o un cambio meteorológico causará un episodio de dolor a gran escala. El dolor y la preocupación pueden ser tu experiencia constante y diaria.
La causa
El síndrome de dolor central es causado por daños que alteran las señales en la vía de transmisión del dolor, desde la corteza sensorial al tálamo. A veces, solo un ligero toque puede provocar un episodio intenso. Algunas personas no tienen sensibilidad en la extremidad cuando las tocan, pero sienten dolor extremo y constante.
Tratamiento
Los tratamientos para el síndrome de dolor central varían en cuanto a su éxito. Puedes necesitar:
- Tratamiento progresivo, comenzando con analgésicos comunes como el ibuprofeno y, luego, pasando a antidepresivos tricíclicos o a anticonvulsivos. Según la efectividad de estos métodos, el tratamiento puede progresar a analgésicos cada vez más fuertes y, posiblemente, narcóticos. Encontrar la dosis correcta lleva tiempo.
- Neurocirugía, como la estimulación cerebral profunda, en la que se implanta un electrodo que envía estímulos a los receptores de dolor.
- Cuidado psicológico. Tu psique está bajo ataque cuando experimentas dolor.
Encontrar el médico adecuado es fundamental. Lo mejor es contar con un médico certificado por el Consejo en neurología, anestesiología o medicina física y rehabilitación.