El dolor del hombro
El hombro es la fuente más común de dolor para los sobrevivientes de un ataque o derrame cerebral. Tener el soporte apropiado para el hombro es clave en la prevención y el tratamiento.
¿Qué es una subluxación de hombro y por qué ocurre?
En pocas palabras, es una dislocación parcial de la articulación del hombro. Para los sobrevivientes de un ataque o derrame cerebral, generalmente es causada por músculos del manguito rotador debilitados, que conectan el hueso superior del brazo al omóplato. Estos músculos son responsables de mantener la articulación del hombro alineada durante los movimientos del brazo. Cuando el manguito rotado está debilitado, la gravedad tira el brazo hacia abajo y lo separa del omóplato, lo que causa una subluxación del hombro. La postura encorvada causada por los músculos debilitados de la espalda puede aumentar la subluxación de hombro. A veces, la rigidez muscular causa la subluxación porque aplica presión de forma dispareja en la articulación del hombro, lo que la desalinea. En estos casos, por lo general, el hueso del brazo se tiró hacia delante y se separó del omóplato.
Hasta el 84% de los sobrevivientes de un ataque o derrame cerebral presenta dolor de hombro asociado a una subluxación de hombro y debilidad motriz. Un fisioterapeuta o un médico pueden diagnosticar la afección mediante palpación en el espacio entre el hueso del brazo y el omóplato. El espacio debería ser menor que el ancho de un dedo. Una separación de un dedo de ancho se considera una subluxación leve. Cuantos más dedos de separación haya, más grave será.
Estrategias de prevención y control para mejorar la función y la fuerza del brazo:
- Terapia de movimiento inducido por restricción (forzar el uso del brazo afectado mediante la restricción del brazo no afectado con un cabestrillo)
- Práctica mental con imágenes motoras (practicar una actividad física de memoria, sin realizar el movimiento corporal)
- Entrenamiento de tareas específicas (volver a aprender a hacer una tarea mediante ensayos específicos de dicha tarea)
La mejoría de la función y la fuerza disminuye el riesgo de subluxación de hombro. Pero asegúrate de que la articulación del hombro esté protegida durante todas las actividades de ejercicio y entrenamiento.
Cabestrillos y otros dispositivos de soporte
Existen muchos tipos de cabestrillos para hombro que pueden ayudar a reducir la subluxación. Los cabestrillos que soportan el peso del brazo y permiten que el codo se estire son la mejor opción para reducir la subluxación mientras se promueve el uso del brazo, lo que es vital para la recuperación.
Los cabestrillos que sostienen el codo doblado y el antebrazo cerca del cuerpo (como el cabestrillo triangular) aumentan la rigidez que genera dolor de hombro y no deben utilizarse por períodos extensos. Un cabestrillo con el ajuste incorrecto puede causar más daños que beneficios. Colabora con un fisioterapeuta para elegir el estilo más apropiado y aprender a usarlo correctamente. Otros dispositivos de posicionamiento pueden utilizarse para sostener el hombro cuando se está en una silla de ruedas o en la cama. Los dispositivos para sillas de ruedas, como las bandejas de regazo y los apoyabrazos, pueden ser efectivos para reducir la subluxación de hombro. Es importante posicionar el dispositivo y el brazo de forma correcta para prevenir la sobrecorrección. Las almohadas pueden ayudar con el posicionamiento adecuado en la cama. Al acostarse boca arriba, las almohadas deben colocarse debajo del antebrazo. Esto permite que la parte superior del brazo se apoye en el colchón. Pide al fisioterapeuta que te enseñe el posicionamiento correcto para cada vez que te recuestes.
Si cuidas a alguien que sufrió un ataque o derrame cerebral, sigue atentamente los procedimientos de trato del paciente. Es importante proteger el brazo débil del sobreviviente cuando se transfiere de la cama a la silla, por ejemplo. Nunca tires del brazo afectado cuando ayudes a la persona a moverse, vestirse o bañarse. Al usar una camisa, siempre pon primero el brazo afectado en la manga. Los ejercicios de amplitud de movimiento deben llevarse a cabo de forma apropiada para prevenir la subluxación y el dolor de hombro. Se ha demostrado que los ejercicios que se realizan por encima de la cabeza sin instrucciones apropiadas ni soporte del omóplato aumentan considerablemente el riesgo de dolor de hombro luego de un ataque o derrame cerebral. Otras afecciones, como la rigidez (hipertonía) y la amplitud del movimiento reducida, en especial al girar el brazo hacia afuera del cuerpo (rotación externa), también pueden contribuir al dolor de hombro.