La demencia vascular

La demencia vascular normalmente se asocia al ataque o derrame cerebral del hemisferio izquierdo y afecta el razonamiento, la planificación, el juicio, la memoria y otros procesos del pensamiento. Se causa por daños cerebrales debidos a un flujo sanguíneo deficiente y otras afecciones que dañan los vasos sanguíneos y reducen la circulación. La aparición de la demencia vascular depende de la ubicación y el tamaño de la zona cerebral dañada.

Factores y síntomas de la demencia vascular

Los factores que aumentan el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y un ataque o derrame cerebral también aumentan el riesgo de sufrir demencia vascular:

  • Presión arterial alta
  • Colesterol alto
  • Tabaquismo
  • Glucemia elevada

Los síntomas incluyen lo siguiente:

  • Pérdida de memoria
  • Confusión
  • Problemas de lenguaje (afasia)
  • Dificultad para prestar atención o seguir una conversación
  • Dificultad para planificar y organizar tareas
  • Dificultad para realizar cálculos, tomar decisiones y resolver problemas
  • Problemas de orientación visual y alucinaciones
  • Deterioro de las habilidades motoras

¿Se puede tratar la demencia vascular?

El control de las afecciones que perjudican la salud subyacente del corazón y los vasos sanguíneos a veces puede ralentizar el ritmo de progresión de la demencia vascular y evitar que siga empeorando.

Dependiendo de tu situación, el profesional de la salud puede recetarte medicamentos para lo siguiente:

  • Reducir la presión arterial.
  • Reducir los niveles de colesterol.
  • Evitar la coagulación de la sangre y mantener las arterias despejadas.
  • Controlar la glucemia si tienes diabetes.
  • Algunos medicamentos para el Alzheimer también pueden ser útiles.

Consejos para controlar la demencia vascular

Si tienes demencia vascular, es posible que te vuelvas más dependiente de tus familiares o cuidadores en tu vida diaria. Estas son algunas estrategias prácticas para controlar los síntomas de la demencia vascular:

  • Para los problemas de memoria, haz listas, toma notas y establece una rutina regular.
  • Para los síntomas cognitivos (pensamiento), consulta con un logopeda, juega a la baraja, arma rompecabezas y completa crucigramas. Los programas y aplicaciones informáticos también pueden agudizar las funciones cerebrales.
  • Controla los factores de riesgo de ataques o derrames cerebrales, como la hipertensión, la diabetes y el colesterol alto, tomando los medicamentos recetados por tu profesional de la salud y realizando cambios en tu estilo de vida.
  • Consulta con un fisioterapeuta o terapeuta ocupacional para recuperar y mantener la independencia.
  • Participa en un grupo de apoyo para conectar con otras personas, practicar habilidades sociales y buscar consejo. Para encontrar un grupo de apoyo en tu zona, visita el Registro de grupos de apoyo para personas afectadas por un ataque o derrame cerebral.
  • Para tratar la depresión y otros problemas emocionales, busca a un consejero o trabajador social.

Si la demencia vascular afecta tu desempeño en el trabajo, habla de tus necesidades con tu empleador.

Si tienes demencia vascular grave, es posible que no puedas tomar decisiones financieras o médicas. Un poder médico es un documento legal que designa a una persona para que tome decisiones de cuidados de salud por ti. Los testamentos vitales y las directivas anticipadas también son documentos legales que describen tus preferencias.

Cuidar a una persona con demencia

Cuidar a una persona con demencia puede ser física y emocionalmente exigente. La ira, la culpa, la frustración, el desánimo, la preocupación, la pena y el aislamiento social son frecuentes.

Aprende todo lo que puedas sobre la demencia vascular. Pregunta al médico de atención primaria o al neurólogo sobre buenas fuentes de información. Tu bibliotecario local también puede ayudarte a encontrar buenos recursos.

Cuídate. Visita a tus médicos a la hora prevista, come sano y haz ejercicio.

Busca ayuda. Las personas con demencia y sus familias se benefician del asesoramiento o de los servicios de apoyo locales. Comunícate con tu filial local de la Alzheimer’s Association (Asociación de Alzheimer) para contactar a grupos de apoyo, recursos, derivaciones, agencias de atención domiciliaria, centros de atención residencial, líneas telefónicas de ayuda y seminarios instructivos.

Alienta. Puedes ayudar a una persona a hacer frente a la demencia vascular escuchándola, asegurándole que puede disfrutar de la vida y ayudándola a conservar la dignidad y el respeto por sí misma.

Proporciona un entorno tranquilo. Puedes reducir la preocupación y la agitación. Establece una rutina diaria que incluya actividades cómodas para la persona con demencia vascular. Las situaciones nuevas, el exceso de ruido, los grupos grandes de personas, tener prisa por recordar o el hecho de que se pidan tareas complicadas pueden causar ansiedad. A medida que la persona con demencia se altera, la capacidad de pensar con claridad disminuye aún más.

Prestar atención a tus necesidades y a tu bienestar es una de las cosas más importantes que puedes hacer por ti y por la persona a la que cuidas.
 


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