Los problemas de concentración
El ataque o derrame cerebral puede causar problemas de concentración. Esto puede ser especialmente común en las primeras fases después del ataque o derrame cerebral. La concentración consiste en dirigir toda la atención o el esfuerzo mental hacia algo específico. Esto significa que el cerebro tiene que filtrar mucha información entrante que no es relevante para una tarea determinada. Un ataque o derrame cerebral puede afectar la capacidad del cerebro para hacer esto con la misma eficacia que antes del ataque o derrame cerebral. También puede resultarte difícil mantener la concentración durante cierto tiempo. Además, el cansancio, el dolor o los problemas emocionales, como la ansiedad o la tristeza, también pueden afectar la capacidad de asimilar información y mantener la concentración.
Signos de problemas de concentración
- Dificultad para filtrar lo que ocurre a tu alrededor. Por ejemplo, puede resultarte difícil hablar con alguien en una habitación ruidosa o encontrar lo que buscas en el supermercado.
- Dificultar para mantener la concentración en una sola tarea, como leer un libro o ver un programa de televisión.
- Problemas para pasar de una tarea a otra. Por ejemplo, si te interrumpen, puede resultarte difícil volver a lo que estabas haciendo antes.
- Hacer más de una cosa a la vez, como preparar una taza de té mientras intentas hablar con alguien al mismo tiempo.
- Dificultad para procesar la información. Puede que te resulte difícil seguir a las personas que hablan muy rápido o que tardes más tiempo que antes en hacer las cosas.
Consejos para ayudarte a mejorar la concentración
- Haz una cosa a la vez.
- Elimina las distracciones y el desorden.
- Facilítate las cosas llevando una lista de tareas que debes hacer.
- Conoce tus límites y date un respiro.