Dificultades para leer

El ataque o derrame cerebral a menudo produce dificultades para leer. Esta “dislexia adquirida” o “alexia” se puede producir con o sin otros problemas del lenguaje e incluso cuando la capacidad de escritura está intacta.

La incapacidad para leer interfiere en el trabajo y la recreación de muchos sobrevivientes, ya que dificulta el seguimiento de instrucciones escritas, el pago de facturas o el uso de la computadora. La facilidad y el placer de la lectura se reemplazan a menudo por el esfuerzo y la frustración. Sin embargo, muchos mejoran su lectura mediante la recuperación espontánea, la práctica directa o las estrategias compensatorias.

La geografía de la dislexia

El ataque o derrame cerebral provoca muchos tipos diferentes de dislexia. Esta variedad refleja dos cosas: 1) la forma en que la capacidad normal de lectura está organizada en el cerebro y 2) el tamaño y la ubicación de un ataque o derrame cerebral individual. El hemisferio izquierdo del cerebro apoya la mayoría de las funciones del lenguaje, incluida la lectura, pero el hemisferio derecho tiene cierta capacidad de lectura normal. Por ello, una persona con un ataque o derrame cerebral en el hemisferio izquierdo puede recuperar parte de la capacidad de lectura a través del hemisferio izquierdo lesionado, así como del hemisferio derecho.

Una variedad de formas

La lectura silenciosa puede resultar más fácil que la lectura en voz alta después de un ataque o derrame cerebral. Esto se debe a que la recuperación de palabras es un desafío persistente para casi todos los pacientes que sufrieron un ataque o derrame cerebral, y esta dificultad para recordar palabras para hablar puede afectar la lectura en voz alta del mismo modo que afecta la conversación. Por otra parte, a algunas personas les cuesta reconocer las palabras escritas o abstractas, que pueden ser más difíciles de leer que las palabras concretas o escritas de manera regular. Puede haber diferencias en la capacidad de un sobreviviente para leer palabras sueltas frente a oraciones o párrafos.

Algunas formas de evitar el bloqueo de lectura

Para compensar, muchas personas utilizan recursos de cintas de audio, como audiolibros. Existen materiales didácticos para muchos pasatiempos e intereses en cintas de audio y video, y la tecnología actual permite a las computadoras escanear textos y leerlos en voz alta.

Las exigencias de lectura de algunas actividades cotidianas también pueden reducirse con nuevas rutinas o estrategias. Por ejemplo, llevar al supermercado logotipos de productos reconocibles en lugar de una lista de la compra escrita.

Algunas ideas de tratamiento en casa

El tratamiento a menudo ayuda a los sobrevivientes que tienen dislexia. Muchos logopedas están capacitados para diagnosticar la dislexia adquirida y pueden recomendar estrategias de tratamiento o de práctica en casa adecuadas para el patrón único de dislexia de cada persona. Sin embargo, el proceso de recuperación de la lectura es complejo y depende en gran medida de la ubicación y la gravedad del ataque o derrame cerebral.

Las siguientes sugerencias pueden ayudar a los sobrevivientes con dificultades de lectura:

“Pronunciar” letras

Se pueden mostrar letras sueltas o combinaciones de letras como B o CH y pedir al sobreviviente que haga el sonido correspondiente. En este ejercicio no es correcto dar NOMBRES de letras. Se debe producir el sonido. Por ejemplo, la letra “S” produce el sonido “sssssss”.

Empieza con un pequeño grupo de letras para pronunciar y agrega más letras gradualmente a lo largo de varias sesiones de práctica hasta que el sobreviviente pueda pronunciar todas las letras del alfabeto más combinaciones como BR, CR, PR y TR. Este enfoque funciona porque muchas palabras en español pueden leerse correctamente pronunciando las letras y, luego, combinando los sonidos para formar una palabra. Para algunos sobrevivientes, aprender a pronunciar incluso la primera letra de una palabra puede ayudarlos con la recuperación de palabras durante la lectura.

Nombrar letras

Algunos sobrevivientes son capaces de pronunciar palabras que les deletrean en voz alta. Por ejemplo, son capaces de pronunciar la palabra “bote” completa si alguien se la deletrea primero en voz alta: B-O-T-E. Estas personas pueden aprender a deletrear palabras en voz alta nombrando cada letra.

Aunque algunas personas empiezan a utilizar esta estrategia por sí solas, no está al alcance de otras personas a quienes les resulta difícil decir los nombres de las letras. Estas personas pueden beneficiarse practicando decir los nombres de las letras. Con el tiempo, esto puede ayudarlas a deletrear palabras escritas en voz alta. Aunque se trata de un proceso lento, es una forma de conseguir cierta lectura funcional. Los sobrevivientes que ya utilizan esta estrategia pueden aumentar su velocidad de lectura leyendo un párrafo una y otra vez.

Reconocer o comprender palabras completas

Algunos sobrevivientes tienen especiales dificultades para leer palabras enteras con letras que no se pueden pronunciar, como “hielo” o “huevo”. Para estas personas, combinar una palabra escrita con la imagen correspondiente puede ser de ayuda para reconocer la palabra y comprender su significado.

Hay varias formas de que los sobrevivientes aprendan a combinar palabras escritas con sus significados:

  • Leer titulares de revistas o periódicos y mirar las imágenes asociadas.
  • Navegar por internet en busca de páginas web en las que se combinen palabras e imágenes.
  • Mirar la televisión con palabras escritas en la parte inferior de la pantalla.
  • Escuchar una cinta de audio mientras miras las palabras escritas correspondientes.

Ten en cuenta que estas tareas solo requieren lectura silenciosa, no lectura en voz alta.

Concentrar la atención visual

Algunas personas con dislexia adquirida tienen dificultades para leer oraciones o párrafos porque no pueden concentrar su atención visual en una palabra a la vez. La distracción visual puede reducirse recortando un cuadro en una hoja de papel y desplazándolo siguiendo el texto para poderlo leer palabra por palabra.

Estas estrategias y ejercicios pueden ayudar a los sobrevivientes con dislexia a mejorar su capacidad de lectura. Hay una investigación en curso sobre la dislexia adquirida, y los logopedas utilizarán esta investigación para desarrollar nuevos tratamientos que mejoren la capacidad de leer después de un ataque o derrame cerebral.