La ecocardiografía fetal y el corazón del feto

Descripción general de la cardiopatía congénita

La cardiopatía congénita es un problema que se produce en el corazón del bebé cuando aún se está desarrollando. Se observa en, aproximadamente, el 1% de los bebés nacidos en Estados Unidos y es la forma más común de defecto de nacimiento.

El corazón del bebé comienza a formarse inmediatamente después de la concepción y termina de formarse a las ocho semanas de gestación. Al principio, el corazón es una estructura con forma de tubo que se gira y se divide para formar el corazón y las válvulas cardíacas. Un defecto cardíaco congénito suele producirse porque el corazón no se gira o no se divide con normalidad. Algunas madres se preguntan si las drogas, el alcohol o los medicamentos contribuyeron al defecto cardíaco de sus hijos. En la mayoría de los casos, no sabemos por qué se producen estos defectos. Sin embargo, algunos pueden aparecer por antecedentes familiares o estar relacionados con una enfermedad de la madre, por ejemplo, diabetes mellitus.

Los defectos cardíacos congénitos pueden ser de leves a muy graves. Algunos requieren reparación quirúrgica en el período neonatal y otros pueden resolverse por sí solos con el tiempo. Su cardiólogo pediátrico le asesorará sobre la gravedad del defecto cardíaco del bebé.

¿Qué es la ecocardiografía fetal?

Una ecocardiografía fetal es una ecografía detallada del corazón del bebé antes de que nazca. Se coloca una pequeña cámara, denominada transductor, sobre el abdomen de la madre embarazada y envía ondas de sonido ultrasónico. Las ondas de ultrasonidos rebotan en los órganos del bebé, incluido el corazón, y se envían de vuelta a la cámara, que crea una imagen en movimiento de las distintas partes del corazón para que el médico las evalúe. Las ondas de sonido también pueden detectar el flujo sanguíneo en el corazón del bebé. Esto permite al médico examinar la estructura y la función del corazón del feto.

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¿Quién necesita una?

Las ecocardiografías fetales están recomendadas para las siguientes mujeres:

  • Si se ha diagnosticado un defecto cardíaco congénito a un familiar de primer grado. Los familiares de primer grado son la madre o el padre del bebé, así como los hermanos del bebé.
  • Si hay antecedentes familiares conocidos de enfermedades hereditarias, como el síndrome de Marfan o la esclerosis tuberosa.
  • Si se ha diagnosticado al feto una anomalía genética, incluidas las enfermedades con un número anormal de cromosomas, como el síndrome de Down, por ejemplo.
  • Amniocentesis anormal.
  • Si la madre ha tomado medicamentos que se sabe que causan defectos cardíacos congénitos como, por ejemplo, Accutane.
  • Si la madre padece problemas de salud específicos, como diabetes (el tipo que la madre tenía antes del embarazo), fenilcetonuria o enfermedades autoinmunitarias, como lupus eritematoso sistémico.
  • Si la madre había padecido infecciones específicas durante el embarazo, como infección por citomegalovirus o rubéola.
  • Si hay sospechas de anomalía cardíaca en una ecografía rutinaria.
  • Si se observan anomalías fuera del corazón del feto en una ecografía prenatal rutinaria, por ejemplo, líquido adicional alrededor de los pulmones o el corazón, o una anomalía en otro órgano, como los riñones o el cerebro.
  • Ritmo o frecuencia cardíaca fetal anormales. Puede ser un latido cardíaco irregular o una frecuencia cardíaca demasiado rápida o lenta.

¿Cómo se realiza una ecocardiografía fetal?