Cirugía de reparación de defectos cardíacos congénitos
Es importante que esté lo más sano posible para la operación. Durante las dos semanas previas al día de la cirugía, es una buena idea mantenerse alejado de personas que estén resfriadas o tengan fiebre. Si desarrolla fiebre, tos o resfriado durante ese tiempo, hable con alguien del equipo de cardiología o cirugía para decidir si la operación debe retrasarse.
La semana previa a la cirugía programada, se le realizarán pruebas preoperatorias y se le proporcionará asesoramiento prequirúrgico. Durante esta visita, es posible que se organice un recorrido guiado por el hospital. Entre las pruebas preoperatorias más habituales se incluyen un electrocardiograma, una ecocardiografía, una radiografía de tórax y un análisis de sangre.
Por lo general, los pacientes ingresan en el hospital la mañana de la operación o el día anterior. El tiempo que durará la operación y el tiempo que deberá permanecer en el hospital dependen de su afección cardíaca y de la operación que se vaya a realizar.
En ocasiones, la programación tiene que cambiarse de forma inesperada debido a una urgencia. Trate de estar preparado para posibles retrasos.
Temas relacionados con la cirugía
Transfusiones de sangre
A menudo, es necesario realizar transfusiones de sangre durante las intervenciones cardíacas. La cantidad de sangre necesaria depende del procedimiento. Todas las donaciones de sangre se analizan minuciosamente para que coincidan con su grupo y rH sanguíneo y para descartar infecciones, tales como VIH/SIDA y hepatitis. En ocasiones, la sangre escasea, por lo que siempre es bien recibido que los miembros de la familia y amigos realicen donaciones al banco de sangre para reemplazar la sangre que se va a utilizar durante su operación. Puede resultar difícil organizarlo todo para que se le transfunda la sangre que sus propios familiares y amigos han donado, pero si desea obtener más información sobre las transfusiones de sangre dirigidas, comuníquese con la consulta de su cirujano cardíaco.
En el quirófano
La cirugía cardíaca estará a cargo de un equipo formado por un cirujano cardíaco, un anestesista, otros médicos, perfusionistas, técnicos, enfermeros, enfermeros practicantes y asistentes médicos. Mientras el cirujano realiza la operación, el anestesista lo anestesia y supervisa los signos vitales.
El equipo utilizará un sistema de circulación extracorporal, también conocido como equipo de derivación cardiopulmonar, durante la cirugía a corazón abierto. El sistema de circulación extracorporal permite desviar la sangre del corazón para poder vaciarlo, y así abrirlo y repararlo. El equipo de derivación elimina la sangre azulada antes de que entre al corazón, la bombea a través de una máquina que le agrega oxígeno y la vuelve roja de nuevo; a continuación, bombea la sangre roja al cuerpo.
Una vez que el sistema de circulación extracorporal esté en funcionamiento y que el corazón se haya vaciado, el equipo le dará una medicación para detener el bombeo del corazón. A continuación, el cirujano podrá abrir el corazón y realizar la operación. Cuando el cirujano termine la operación, cerrará el corazón, permitirá que la sangre llene el corazón, y este comenzará a bombear de nuevo. Una vez que el corazón bombee con normalidad, el equipo apagará y desconectará el sistema de circulación extracorporal.
Algunas operaciones en los vasos sanguíneos próximos al corazón no requieren sistema de circulación extracorporal. Este tipo de operaciones se denomina cirugía a corazón cerrado.
En la unidad de cuidados intensivos
Tras la cirugía, pasará a la unidad de cuidados intensivos (UCI). Allí, médicos, enfermeros y técnicos especialmente capacitados le brindarán cuidados las 24 horas del día.
Su médico puede realizar análisis de sangre, electrocardiogramas, ecocardiografías y radiografías de tórax para vigilar su función cardíaca. También es posible que se le administren medicamentos por vía intravenosa para aumentar la presión arterial o la frecuencia cardíaca, o para permitir que el cuerpo elimine el exceso de líquido acumulado durante la cirugía a corazón abierto. Se lo mantendrá lo más cómodo posible con analgésicos y sedantes.
Entre los tipos de monitorización y soporte que se usan habitualmente en la UCI, se incluyen los siguientes:
- Vía venosa central (VVC, PVC o vía auricular derecha): Un pequeño tubo, llamado catéter, que se utiliza para administrar medicamentos y líquidos, y controlar la presión en las venas. El tubo se coloca directamente en el corazón a través de la pared torácica o de una de las grandes venas del cuerpo.
- Vía arterial: Un catéter que permite medir la presión arterial del niño de forma continua. El tubo se suele colocar en una arteria en la muñeca, la ingle o los pies.
- Gases arteriales (GA): Una prueba en la que se extrae sangre de la vía arterial, la cual proporciona información sobre el funcionamiento de los pulmones y del corazón.
- Saturación de oxígeno (monitor de saturación): Un pequeño monitor conectado al dedo de la mano o del pie, que permite controlar el nivel de oxígeno en la arteria de forma continua.
- Ventilación mecánica (respirador): Suministra oxígeno a los pulmones hasta que se despierte de la operación y pueda respirar normalmente. El respirador suministra oxígeno a los pulmones a través de un tubo especial, llamado tubo endotraqueal, que baja por la garganta hasta la tráquea.
- Presión positiva continua en la vía aérea (PPCVA): Este dispositivo especial se coloca en las fosas nasales para suministrar oxígeno bajo presión. Esto permite mantener los pulmones expandidos sin ventilación mecánica.
- Cánula nasal: Pequeños tubos que se colocan en las fosas nasales para suministrar oxígeno a los pulmones.
- Tubo torácico: Un tubo que se coloca, a través de pequeñas incisiones, en la pared torácica, en el espacio situado alrededor del corazón o los pulmones, para drenar el líquido y el aire generados por la operación. Es posible que tenga uno o varios tubos torácicos. El médico retirará los tubos una vez que el drenaje de líquido y aire desaparezca.
- Catéter de Foley: Un tubo que se coloca en la vejiga para drenar la orina de forma continua y asegurarse de que los riñones funcionen correctamente.
- Cables de estimulación: Pequeños cables que se colocan a través de la pared torácica y que se conectan directamente al corazón. Si su ritmo cardíaco es anormal, estos cables pueden restaurar el ritmo cardíaco normal.
Atención hospitalaria adicional
Tras salir de la UCI, se lo trasladará a un área de cuidados menos intensivos del hospital, a menudo denominada "piso" o "unidad de cuidados intermedios". En estas áreas, se pueden seguir monitorizando la frecuencia y el ritmo cardíacos con un sistema de electrocardiograma continuo llamado telemetría. Participará en un programa que estimula la tos y la respiración profunda para ayudar a prevenir el colapso pulmonar y la infección. Realizar actividades normales, como caminar e ir al baño, ayudará a acelerar su recuperación.
Después de la cirugía, algunos pacientes siguen una dieta baja en sal para reducir la acumulación de líquidos en el cuerpo. Su cardiólogo también puede recetarle medicamentos, tales como diuréticos, digoxina o antibióticos. Es posible que deba tomar estos medicamentos durante cierto tiempo tras salir del hospital.
Algunos pacientes pueden tener fiebre durante los primeros días posteriores a la operación. La fiebre puede ser una reacción normal a la cirugía, pero si la fiebre no desaparece, es posible que los médicos le hagan pruebas para determinar la causa de la fiebre y cómo tratarla.
En primer lugar, es posible que necesite analgésicos, pero a menudo el dolor desaparece tan solo unos días después de la operación.
A medida que se sienta mejor tras la cirugía cardíaca, comenzará a tomar los medicamentos por vía oral en lugar de por vía intravenosa. Su médico le retirará el oxígeno y le quitará las vías centrales especiales.
Cuando los médicos estén conformes con su mejoría, será el momento de irse a casa. Es posible que le hagan una radiografía de tórax, una ecocardiografía y un electrocardiograma antes de darle de alta para comprobar los resultados de la cirugía. También pueden prescribirle analgésicos o medicamentos para el corazón para que los tome en casa. El médico le dará instrucciones sobre cómo y cuándo debe tomar estos medicamentos; asegúrese de comprender toda la información relativa a los medicamentos antes de abandonar el hospital. El cardiólogo o el cirujano podrían suspender o ajustar la medicación cuando regrese para la visita posoperatoria.
Cuidados de su hijo en casa
El equipo quirúrgico le dará instrucciones sobre el cuidado de la herida y los niveles de actividad que su hijo puede realizar una vez dado de alta. En general, la incisión del pecho se debe mantener limpia y seca. La mayoría de los niños podrán darse una ducha rápida o lavarse con una esponja y, a continuación, secarse suavemente la incisión con una toalla. Por lo general, no se permite nadar ni darse baños durante al menos unas semanas después de la cirugía. En general, los niños pueden participar en las actividades familiares habituales, pero deben evitar cualquier juego o deporte brusco e intenso hasta que su médico lo permita.
Los niños en edad escolar no suelen ir a la escuela durante varias semanas después de la operación. El médico le dirá cuándo su hijo puede regresar a la escuela, a las clases de gimnasia y a las actividades deportivas.
Debe llamar a su cirujano o cardiólogo si su hijo presenta fiebre, dolor torácico, dificultad para respirar, o enrojecimiento, hinchazón o pus en el lugar de la incisión.