Realizar ejercicio físico
Las personas con una cardiopatía deben hacer deporte de forma regular tanto como cualquier otra persona. Los estudios muestran que las personas que comienzan a hacer deporte de forma regular y a adoptar otros cambios saludables después de padecer un ataque al corazón viven más tiempo y tienen una mejor calidad de vida que las que no lo hacen. Sin ejercicio físico regular, el cuerpo pierde lentamente su fuerza y capacidad para funcionar correctamente.
La actividad física es cualquier cosa que lo obliga a mover el cuerpo y quemar calorías, como rastrillar hojas, subir escaleras, caminar o practicar deportes. Se convierte en algo regular o planificado cuando se organizan los ejercicios en un programa coherente y continuo. Además de su rutina de ejercicios, puede aumentar la actividad física durante el día mediante actividades como hacer las tareas domésticas, jugar con niños y mascotas o subir escaleras.
En este programa de actividad física, se combinan ejercicios que benefician al corazón (ejercicios aeróbicos), como caminar, trotar, nadar o andar en bicicleta, con ejercicios de fuerza y estiramiento para aumentar la resistencia y flexibilidad en general.
Pregúntele a su médico si puede iniciar un programa de actividad física. Su médico puede ayudarlo a encontrar un programa adecuado a sus necesidades y condición física, y puede pedirle que participe en un programa de rehabilitación cardíaca oficial para que aprenda a ejercitarse de forma segura. También es posible que deba realizar una prueba de esfuerzo físico antes de empezar a hacer ejercicio nuevamente.
Su médico puede indicarle cuáles son los síntomas a los que tiene que prestar atención durante la actividad física. Si presenta alguno de estos síntomas, asegúrese de seguir las instrucciones de su profesional de la salud.