Comprender los riesgos para prevenir un ataque al corazón
El conocimiento es poder. Comprender su riesgo de ataque al corazón.
Una amplia investigación ha identificado factores que aumentan el riesgo de padecer enfermedades coronarias en general y, en particular, un ataque al corazón.
Según más factores de riesgo tenga y mayor sea el grado de cada uno de ellos, mayor será la probabilidad de desarrollar una enfermedad coronaria; un término común para la acumulación de placa en las arterias del corazón que puede provocar un ataque cardíaco. Los factores de riesgo se dividen en tres categorías generales:
- Principales factores de riesgo: los estudios realizados demuestran que estos factores aumentan significativamente el riesgo de padecer cardiopatías y enfermedades en los vasos sanguíneos (cardiovasculares).
- Factores de riesgo modificables: algunos factores de riesgo importantes se pueden modificar, tratar o controlar mediante medicamentos o cambios en el estilo de vida.
- Factores de riesgo contribuyentes: estos factores se asocian a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, pero aún no se ha determinado su importancia y prevalencia.
La American Heart Association recomienda centrarse en la prevención de las cardiopatías en las primeras etapas de la vida. Para empezar, evalúe sus factores de riesgo y trabaje para mantenerlos bajos. Cuanto antes los identifique y empiece a controlarlos, más posibilidades tendrá de llevar una vida sana.
A continuación, se explican las tres categorías de factores de riesgo:
Principales factores de riesgo que no se pueden cambiar
Es posible que haya nacido con determinados factores de riesgo que no se pueden cambiar. Según más factores de riesgo tenga, más posibilidades tendrá de desarrollar enfermedades coronarias. Puesto que no puede hacer nada contra este tipo de factores de riesgo, es aún más importante que controle los que se pueden cambiar.
Edad avanzada
La mayoría de la gente que muere a causa de una enfermedad coronaria tiene más de 65 años. Aunque los ataques al corazón ocurren en ambos sexos en la edad avanzada, las mujeres tienen un mayor riesgo de morir (en unas semanas).
Sexo masculino
Los hombres tienen un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón que las mujeres y a edades más tempranas.
Incluso después de que las mujeres lleguen a la edad de la menopausia, cuando aumenta la tasa de muerte de mujeres por cardiopatías, el riesgo de sufrir un ataque al corazón es menor que el de los hombres.
Herencia (incluida la raza)
Es más probable que los niños de padres con cardiopatías desarrollen cardiopatías.
En comparación con las personas de raza caucásica, los afroamericanos padecen hipertensión arterial más grave y tienen un mayor riesgo de desarrollar cardiopatías. Este riesgo también es mayor entre los estadounidenses de origen mexicano, los indios americanos, los nativos de Hawái y algunos asiáticos-americanos. Esto se debe en parte a unos índices de obesidad y diabetes más elevados.
La mayoría de las personas con antecedentes familiares significativos de cardiopatía tienen uno o más factores de riesgo. Al igual que no puede controlar su edad, sexo y raza, no puede controlar sus antecedentes familiares. Por lo tanto, es aún más importante tratar y controlar cualquier otro factor de riesgo modificable que tenga.
Principales factores de riesgo que puede modificar, tratar o controlar
Humo de tabaco
El riesgo de que los fumadores desarrollen enfermedades coronarias es mucho mayor que el de los no fumadores.
El tabaquismo es un potente factor de riesgo independiente de muerte súbita cardíaca en pacientes con enfermedad coronaria. El tabaquismo también interactúa con otros factores de riesgo para aumentar en gran medida el riesgo de enfermedad coronaria. La exposición al humo de otras personas eleva el riesgo de cardiopatía, incluso para los no fumadores.
Obtenga más información sobre el tabaquismo y las enfermedades cardiovasculares.
Hipercolesterolemia
A medida que su colesterol en sangre aumenta, también lo hace el riesgo de enfermedad coronaria. Cuando también existen otros factores de riesgo (como la hipertensión arterial y el humo del tabaco), el riesgo aumenta todavía más. El nivel de colesterol de una persona también se ve afectado por la edad, el sexo, la herencia y la dieta. Aquí tiene información detallada:
- Colesterol total
Su puntuación de colesterol total se calcula mediante la siguiente ecuación: HDL + LDL + 20% del nivel de triglicéridos. - Colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL) = colesterol “malo”
El nivel bajo de colesterol LDL se considera bueno para su salud cardíaca. Sin embargo, la cifra de LDL no debe ser el factor principal para orientar el tratamiento a fin de evitar un ataque al corazón y un derrame cerebral, de acuerdo con las últimas directrices de la American Heart Association. Además, los pacientes que toman estatinas ya no tienen que reducir los niveles de colesterol LDL a un objetivo específico. Factores del estilo de vida, como una dieta rica en grasas saturadas y trans, pueden incrementar el colesterol LDL. - Colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL) = colesterol “bueno”
En el caso del colesterol HDL (bueno), los niveles más altos suelen ser mejores. Un nivel bajo de colesterol HDL supone un mayor riesgo de padecer cardiopatías. Las personas con niveles elevados de triglicéridos en sangre suelen tener también un colesterol HDL más bajo. Los factores genéticos, la diabetes de tipo 2, el tabaquismo, el sobrepeso y el sedentarismo pueden dar lugar a un nivel bajo de colesterol HDL. - Triglicéridos
Los triglicéridos son el tipo más común de grasa en el cuerpo. Los niveles normales de triglicéridos varían según la edad y el sexo. Un nivel alto de triglicéridos, combinado con un nivel bajo de colesterol HDL o un nivel alto de colesterol LDL, se asocia a la aterosclerosis, es decir, a la acumulación de depósitos grasos en las paredes arteriales que aumenta el riesgo de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral.
Aprenda más sobre cómo controlar el colesterol.
Hipertensión arterial
La hipertensión arterial aumenta la carga de trabajo del corazón, lo que hace que se produzca un engrosamiento del músculo cardíaco y se vuelva más rígido. Esta rigidez del músculo cardíaco no es normal y hace que el corazón funcione de forma anormal. También aumenta el riesgo de derrame cerebral, ataque al corazón, insuficiencia renal e insuficiencia cardíaca congestiva.
Cuando la hipertensión arterial se combina con obesidad, tabaquismo, niveles elevados de colesterol en sangre o diabetes, el riesgo de ataque al corazón o derrame cerebral aumenta aún más.
Aprenda más sobre cómo controlar la hipertensión arterial.
Inactividad física
Un estilo de vida sedentario es un factor de riesgo de enfermedad coronaria. La actividad física regular de moderada a fuerte ayuda a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular. La actividad física puede ayudar a controlar el colesterol sanguíneo, la diabetes y la obesidad. También puede ayudar a reducir la presión arterial en algunas personas.
Obtenga más información sobre cómo mantenerse activa.
Obesidad y sobrepeso
Las personas con exceso de grasa corporal, especialmente en la cintura, tienen más probabilidades de desarrollar cardiopatías y sufrir derrames cerebrales, incluso aunque no tengan otros factores de riesgo.
Los adultos con sobrepeso y obesidad con factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares como hipertensión arterial, colesterol alto o hiperglucemia pueden hacer cambios en el estilo de vida para perder peso y reducir de forma significativa factores de riesgo como los triglicéridos, la glucemia, la HbA1c y el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2.
Mucha gente puede tener dificultades para perder peso. Sin embargo, cuando se supera el peso saludable, una pérdida sostenida del 3 al 5% del peso corporal puede dar lugar a una reducción importante de algunos factores de riesgo. Una mayor pérdida de peso mantenida puede mejorar la presión arterial, el colesterol y la glucemia.
Obtenga más información sobre cómo controlar su peso.
Diabetes
La diabetes aumenta seriamente el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Incluso cuando la glucemia está bajo control, aumenta el riesgo de padecer una cardiopatía o un derrame cerebral. Los riesgos son incluso mayores si la glucemia no está bien controlada.
Al menos el 68% de los diabéticos con más de 65 años mueren de alguna forma de cardiopatía. En ese mismo grupo, el 16% muere de un derrame cerebral.
Si tiene diabetes, colabore con su médico para tratarla y controlar todos los factores de riesgo que estén a su alcance. Para ayudar a tratar la glucemia, las personas con diabetes obesas o con sobrepeso deben realizar cambios en el estilo de vida, como cuidar la alimentación o realizar actividad física regular.
Obtenga más información sobre cómo controlar la diabetes.
Otros factores que contribuyen al riesgo de cardiopatía
Estrés
La respuesta individual al estrés puede ser un factor contribuyente a los ataques al corazón.
Algunos científicos han observado una relación entre el riesgo de enfermedad coronaria y el estrés en la vida de una persona, junto con su conducta de salud y su situación socioeconómica. Estos factores pueden afectar los factores de riesgo establecidos.
Por ejemplo, las personas sometidas a estrés pueden comer en exceso, empezar a fumar o fumar más de lo que de otro modo harían.
Obtenga herramientas y consejos para la gestión del estrés.
Alcohol
Beber demasiado alcohol puede aumentar la presión arterial e incrementar el riesgo de miocardiopatía, derrame cerebral, cáncer y otras enfermedades. También puede contribuir a elevar el nivel de triglicéridos y producir latidos cardíacos irregulares. Además, el consumo excesivo de alcohol contribuye a la obesidad, el alcoholismo, el suicidio y los accidentes.
Con todo eso en cuenta, moderar el consumo de alcohol es una ventaja preventiva.
En el caso del alcohol, los hombres deben limitar el consumo a no más de dos bebidas al día y las mujeres a una bebida al día. Para el National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism (Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo), una bebida son 44 ml de licor de 80 grados (whisky bourbon o escocés, vodka, ginebra, etc.), líquidas) 148 ml de vino o 354 ml líquidas) de cerveza normal.
No se recomienda el consumo de alcohol a los no bebedores ni el aumento de la cantidad a quienes sí lo consumen.
Lea nuestras recomendaciones sobre el consumo de alcohol y las enfermedades cardiovasculares.
Alimentación y nutrición
Una dieta saludable es una de las mejores armas que tiene para combatir las enfermedades cardiovasculares. Lo que come (y cuánto) puede afectar a otros factores de riesgo controlables, como el colesterol, la presión arterial, la diabetes y el sobrepeso.
Elija alimentos ricos en nutrientes, que tienen vitaminas, minerales, fibra y otros nutrientes, pero son más bajos en calorías, en lugar de alimentos con pocos nutrientes. Lleve una dieta en la que consuma muchas verduras, frutas y cereales integrales. Una dieta saludable para el corazón también incluye productos lácteos desnatados, carne de ave, pescado, legumbres, frutos secos y aceites vegetales no tropicales. Controle el consumo de dulces, bebidas azucaradas y carnes rojas.
Para mantener un peso saludable, combine su dieta con un nivel de actividad física que le permita quemar la misma cantidad de calorías que consume.
Obtenga más información sobre la alimentación saludable.
Prevención de los ataques al corazón
¿Es demasiado joven para preocuparse por los ataques al corazón?
Un ataque al corazón se puede producir a cualquier edad. Nunca se es demasiado joven para empezar a llevar una vida sana. Si tiene más de 40 años o tiene varios factores de riesgo, colabore estrechamente con su médico para abordar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
La prevención del ataque al corazón es fundamental. Debería comenzar en las primeras etapas de la vida. Empiece evaluando sus factores de riesgo y, a continuación, desarrolle un plan que pueda seguir para mantener un bajo riesgo de sufrir un ataque al corazón.
Para mucha gente, el primer ataque al corazón es inhabilitador o incluso mortal. Haga todo lo posible para reducir su riesgo.
Aprenda los conceptos básicos de la salud cardíaca
La reducción del riesgo empieza por tomar decisiones inteligentes.
- Si fuma, déjelo. La American Heart Association dispone de herramientas que lo ayudarán a dejarlo.
- Colabore con su médico para controlar los factores de riesgo. Entre ellos se pueden incluir la hipertensión arterial, el colesterol alto y la diabetes.
- También se ha demostrado que un estilo de vida activo y una buena nutrición son beneficiosos para prevenir los ataques al corazón. Consulte más consejos sobre estilo de vida para prevenir los ataques al corazón.
- Siga estos siete sencillos pasos para llevar una vida más sana.
- Vea una animación de un ataque cardíaco. Descubra cómo afecta un ataque al corazón a su salud cardíaca.