La anemia falciforme y el riesgo de un ataque o derrame cerebral pediátrico

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La American Stroke Association (Asociación Americana del Derrame Cerebral), la Sickle Cell Disease Association (Asociación Estadounidense de Anemia de Células Falciformes) y la International Alliance for Pediatric Stroke (Alianza Internacional del Ataque o Derrame Cerebral Pediátrico) colaboran para prevenir el ataque o derrame cerebral en bebés y niños.

LA ANEMIA DE CÉLULAS FALCIFORMES AUMENTA EL RIESGO DE SUFRIR UN ATAQUE O DERRAME CEREBRAL EN LOS NIÑOS. UNA ATENTA EVALUACIÓN Y EL TRATAMIENTO PUEDEN AYUDAR A PREVENIR EL ATAQUE O DERRAME CEREBRAL.

DATOS CLAVES

La anemia de células falciformes (SCD, por sus siglas en inglés) es un trastorno sanguíneo en el que los glóbulos rojos deformes o “falciformes” pueden obstruir los vasos sanguíneos y causar complicaciones como un ataque o derrame cerebral y daños a los vasos sanguíneos (incluso al cerebro).

Todos los bebés en los EE. UU. son examinados para detectar la anemia de células falciformes, que afecta a 1 de 2,400 niños y a 1 de 400 niños de raza negra.

El riesgo de ataque o derrame cerebral aumenta 100 veces en niños con SCD, en comparación con los niños sin anemia de células falciformes.

La forma más grave de enfermedad, llamada anemia falciforme, ocurre cuando una persona hereda dos copias anormales del gen de la hemoglobina beta. El rasgo drepanocítico se caracteriza por la presencia de una copia anormal y otra normal del gen. El rasgo drepanocítico no causa síntomas, pero las personas con esta afección son “portadoras”, lo que significa que corren el riesgo de tener hijos con anemia de células falciformes.

En 1998, se estima que un 11% de los pacientes con anemia falciforme sufrieron un ataque o derrame cerebral antes de los 20 años de edad con signos físicos, como debilidad en un brazo o en una pierna, a veces denominado “ataque o derrame cerebral sintomático”. En la actualidad, la exploración de ataque o derrame cerebral por anemia falciforme o la ecografía Doppler transcraneal (DTC) y el uso de tratamientos para la prevención del ataque o derrame cerebral en pacientes con alto riesgo (por lo general, con transfusiones a largo plazo de glóbulos rojos) pueden reducir de manera significativa el riesgo de sufrir un ataque o derrame cerebral.

El ataque o derrame cerebral común en niños con anemia de células falciformes es el “ataque o derrame cerebral asintomático” o lesión “asintomática” en el cerebro. Esto puede ocurrir en hasta el 39% de los niños antes de los 18 años. Los ataques o derrames cerebrales asintomáticos no presentan ningún signo físico evidente, como debilidad en los brazos o en las piernas, pero se pueden observar en una imagen por resonancia magnética (IRM) del cerebro. Los ataques o derrames cerebrales asintomáticos pueden causar problemas para pensar, aprender y tomar decisiones, y son un factor de riesgo para futuros ataques o derrames cerebrales.

Existen dos tipos principales de ataque o derrame cerebral: los isquémicos (provocados por un bloqueo del flujo sanguíneo) y hemorrágicos (sangrado en el cerebro o alrededor de este). Los accidentes cerebrovasculares isquémicos son más comunes en niños, mientras que los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos son más comunes en adultos con SCD. Sin embargo, ambos tipos de ataques o derrames cerebrales pueden ocurrir a cualquier edad.

QUÉ PUEDES HACER

  • Las directrices recomiendan que se realice una IRM del cerebro a los niños con anemia falciforme cuando tengan la edad suficiente para mantenerse quietos sin sedación durante la exploración.

Participa con el equipo de cuidados de salud de tu hijo para determinar si la exploración anual para el ataque o derrame cerebral es adecuada para él. La exploración de ataque o derrame cerebral por anemia falciforme, también llamada ecografía Doppler transcraneal (DTC), es una prueba indolora que determina el riesgo de sufrir un ataque o derrame cerebral mediante la medición de la velocidad del flujo sanguíneo en el cerebro. Los expertos recomiendan que se realice esta exploración en niños de 2 a 16 años de edad con anemia falciforme. Sin embargo, menos de la mitad de los niños que cumplen los requisitos se la realizan y se someten a la prueba de detección.

  • Si mediante la exploración de ataque o derrame cerebral por anemia falciforme se detecta algún problema, participa con el hematólogo de tu hijo para revisar y analizar el tratamiento con el fin de prevenir el ataque o derrame cerebral. Esto puede incluir transfusiones sanguíneas aproximadamente todos los meses o un medicamento que se llama hidroxiurea.
  • Todos los niños con anemia de células falciformes deben someterse a controles rutinarios anuales con su médico especialista en células falciformes (hematólogo), aunque se sientan bien. Si tu hijo con anemia de células falciformes sufre un ataque o derrame cerebral, continúa trabajando con su equipo de cuidados de salud para hablar acerca del tratamiento posterior al ataque o derrame cerebral, el cual puede incluir las siguientes medidas: visitar a un neurólogo, acudir a terapia de rehabilitación, obtener ayuda adicional en la escuela y someterlo a posibles transfusiones de sangre mensuales. Se pueden ofrecer otros tratamientos según el problema y la situación específicos.

CONOCE LOS SIGNOS DE UN ATAQUE O DERRAME CEREBRAL

Los síntomas del ataque o derrame cerebral son similares entre las personas con y sin anemia de células falciformes.

Utiliza el acrónimo R.Á.P.I.D.O. para recordar las señales de aviso de un ataque o derrame cerebral:

  • Rostro caído
  • Alteración del equilibrio
  • Pérdida de fuerza en el brazo o pierna
  • Impedimento visual repentino
  • Dificultad para hablar
  • Obtén ayuda, llama al 911

Identifica un ataque o derrame cerebral R.Á.P.I.D.O.: “R” de rostro caído, “A” de alteración del equilibrio, “P” de pérdida de fuerza en el brazo, “I” de impedimento visual repentino, “D” de dificultad para hablar y “O” de obtén ayuda, llama al 911. Si tu hijo muestra uno o más de estos signos, llama inmediatamente al 911 o a tu número de emergencia local.

Si parece o se siente como un ataque o derrame cerebral, puede que lo sea.

Entre otros síntomas de los ataques o derrames cerebrales, se incluyen la aparición repentina de los siguientes:

  • Confusión
  • Dolor de cabeza
  • Entumecimiento
  • Dificultad para caminar
  • Problemas de visión

Puedes obtener más información en derramecerebral.org