Las causas del ataque o derrame cerebral pediátrico

niña jugando sobre una alfombra
 

¿Qué causa el accidente cerebrovascular isquémico en niños?

  • Los coágulos de sangre se forman en el corazón y se desplazan al cerebro. Esto puede deberse a problemas cardíacos congénitos, como válvulas anormales o infecciones. En estos casos, los niños podrían necesitar cirugía o antibióticos.
  • Al menos el 10% de los niños con anemia de células falciformes (SCD, por sus siglas en inglés) sufren un ataque o derrame cerebral. La anemia de células falciformes causa que los glóbulos rojos no puedan transportar oxígeno al cerebro. Es posible que los vasos sanguíneos que se dirigen al cerebro se hayan estrechado o cerrado.
  • La American Stroke Association (Asociación Americana del Derrame Cerebral) y los Institutos Nacionales de la Salud recomiendan que los niños con SCD de entre 2 y 16 años se sometan anualmente a una ecografía Doppler transcraneal (DTC). La ecografía DTC es un examen sencillo e indoloro mediante el cual se puede determinar si los niños con SCD presentan un riesgo elevado de sufrir un ataque o derrame cerebral. Las transfusiones de sangre habituales pueden reducir en más de un 90% el riesgo de sufrir un ataque o derrame cerebral de estos niños.
  • Los accidentes cerebrovasculares isquémicos son el resultado de eventos que limitan o detienen el flujo sanguíneo. Entre los factores de riesgo se incluyen la hipertensión, la diabetes, la obesidad, la anemia de células falciformes, las enfermedades cardiacas o incluso una lesión o traumatismo cervical, etc.
     

¿Qué causa los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos en los niños?

  • Cuando se rompe un vaso sanguíneo del cerebro, la sangre no puede llegar a su destino. Como resultado, el cerebro queda desprovisto de oxígeno, lo que puede provocar lesiones cerebrales permanentes.
  • Los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos suelen producirse por la rotura, el debilitamiento o la malformación de las arterias, lo que se denomina malformaciones arteriovenosas (MAV). El riesgo de tener hemorragia es mayor cuando se padecen determinadas enfermedades, como la hemofilia.
     

¿Se recuperará mi hijo?

Cada niño se recupera de un ataque o derrame cerebral de forma diferente. Un tratamiento médico oportuno y la terapia de rehabilitación pueden favorecer su recuperación. En general, las personas más jóvenes recuperan más capacidades que las mayores.