¿Cómo afectan los betabloqueadores al ejercicio?
Los betabloqueantes son un tipo de medicamento cardíaco prescrito después de sufrir un ataque cardíaco o para tratar ritmos cardíacos anormales (arritmias) y otras afecciones. Ralentizan el latido cardíaco y esto plantea una pregunta habitual sobre ellos: ¿Afectan a su capacidad para hacer ejercicio?
La respuesta puede variar mucho en función de la gravedad de su enfermedad, por lo que es vital comprobarlo con su profesional de la salud. También es importante comprender cómo afectan estos fármacos al corazón.
Conceptos básicos de los betabloqueantes
Los betabloqueantes alivian el estrés cardíaco ralentizando el latido cardíaco. Esto disminuye la fuerza con la que el músculo cardíaco se contrae y reduce la contracción de los vasos sanguíneos en el corazón, el cerebro y en todo el cuerpo. Se prescriben con varios nombres comerciales habituales, entre los que se incluyen el propranolol (Inderal), el metoprolol (Lopressor), el atenolol (Tenormin), el acebutolol (Sectral), el bisoprolol (Zebeta) y el nadolol (Corgard).
Los betabloqueantes pueden utilizarse para tratar ritmos cardíacos anormales y para evitar frecuencias cardíacas anormalmente rápidas denominadas taquicardia o ritmos irregulares como la fibrilación auricular. Como reducen la demanda de oxígeno del músculo cardíaco, pueden ser útiles para tratar la angina o el dolor torácico que se producen cuando la demanda de oxígeno del corazón supera el suministro. Los betabloqueantes mejoran la supervivencia tras un ataque cardíaco y también se utilizan para tratar la hipertensión arterial y otras afecciones cardíacas.
Betabloqueantes y actividad física
Curiosamente, los betabloqueantes y el ejercicio físico tienen efectos similares sobre el cuerpo.
“La presión arterial y la frecuencia cardíaca se modifican de forma similar mediante el ejercicio y los betabloqueantes”, afirmó Gerald Fletcher, M.D., profesor de medicina en la Mayo Clinic de Jacksonville, Florida. “Cuando entrenas, el corazón se ralentiza y la presión arterial disminuye”.
Por supuesto, esto no significa que pueda tomar betabloqueantes en lugar de hacer ejercicio. El ejercicio tiene muchos otros beneficios y es importante para mantenerse sano. Lea cómo la actividad física mejora la calidad de vida.
Preocupaciones acerca de hacer ejercido mientras se usan betabloqueantes
“Es importante recordar que su frecuencia cardíaca se está ralentizando y realizar ajustes en consecuencia si antes de tomar estos fármacos controlaba su ejercicio mediante la frecuencia cardíaca”, explicó el Dr. Fletcher, quien también es voluntario de la American Heart Association.
“No se exceda intentando que su frecuencia cardíaca alcance los niveles anteriores”, comentó.
Hay un par de formas de controlar la intensidad del ejercicio.
- Si utiliza una frecuencia cardíaca objetivo para llegar a la intensidad adecuada, su profesional de la salud puede ayudarlo a determinar su nueva frecuencia cardíaca objetivo mediante una breve prueba de esfuerzo mientras hace ejercicio. Esta prueba se utiliza debido a que los betabloqueantes afectan a cada persona de forma diferente.
- La segunda forma de controlar su intensidad es más sencilla: asegúrese de que no está demasiado agotado.
“Haga ejercicio intensamente, hasta el punto de cansarse, pero que no sea excesivamente intenso”, explicó el Dr. Fletcher. “Si llega a un punto en el que le resulta difícil hablar, probablemente sea demasiado”.
Todavía me preocupa, ¿qué hago?
Es importante saber que está tomando estos medicamentos por un motivo específico. Pero, si sigue preocupado, hable con su profesional de la salud. Puede prescribirle otro betabloqueante u otro medicamento que tenga menos efecto sobre la frecuencia cardíaca.