COVID-19 y la insuficiencia cardíaca
Las restricciones por COVID-19 se están atenuando. ¿Qué significa esto para los pacientes con insuficiencia cardíaca?
Aunque el coronavirus continúa siendo una amenaza importante para la salud, las restricciones están disminuyendo en todo el país. Eso deja a muchas personas, incluidos los pacientes con insuficiencia cardíaca, preguntándose si es seguro salir al público y volver a una rutina normal.
Lo más importante es recordar que las personas con enfermedades cardíacas, incluida la insuficiencia cardíaca, están en riesgo de enfermarse mucho más o, incluso, morir si se contagian de COVID-19. Por lo tanto, si presenta antecedentes de enfermedades cardíacas o tiene un factor de riesgo de enfermedades cardíacas o ataques cerebrales, manténgase informada y sea cautelosa.
¿Está pensando en salir? Asegúrese de conocer el índice de infecciones por coronavirus de su área, evalúe su riesgo personal y no dude en buscar asesoramiento médico experto. Utilice esta lista para ayudarla a comenzar, con precaución:
Concuerde una cita de seguimiento con su médico de atención primaria o cardiólogo, especialmente si hay cambios en su estado de salud. Su médico puede ofrecer consultas por video, teléfono o en persona. Esté preparada para conversar sobre actualizaciones que incluyen cambios de peso o dieta, problemas de sueño y cualquier enfermedad, incluida la depresión. Querrán saber cómo va el monitoreo de las enfermedades crónicas en el hogar.
Realice un seguimiento de sus síntomas. Si presenta insuficiencia cardíaca, una de las cosas más importantes que puede hacer es manejar sus síntomas e informar sobre los cambios a su equipo de cuidado de la salud. El equipo puede controlar sus síntomas (posiblemente por telemedicina) antes de que necesite ir al hospital.
Mantenga tareas diarias. Cada día, debe tratar de realizar una cantidad suficiente de actividad física, seguir una dieta saludable para el corazón y tomar los medicamentos como se recetan. Además, siga esta breve lista de verificación:
- Pésese. Informe los aumentos de dos a tres libras (1 kilo) o más a su equipo de cuidado de la salud.
- Preste atención a la hinchazón de sus piernas.
- Monitoree la dificultad para respirar y el dolor torácico.
- Determine si puede hacer el mismo nivel de actividad física que realizó el día anterior.
- Averigüe si tuvo un sueño reparador.
Reprograme procedimientos o controles perdidos. Trabaje con su equipo de salud para reprogramar los procedimientos y controles prioritarios. Si se trata de una cita en persona, la distancia social, las mascarillas y la buena higiene de las manos siguen siendo fundamentales para reducir la posibilidad de infección. En los consultorios de muchos médicos se requiere que los pacientes utilicen una mascarilla y que se les tome la temperatura cuando llegan.
Cuide sus pulmones. El COVID-19 es una enfermedad respiratoria, por lo que mantener sus pulmones sanos debe estar en la lista de tareas. No fume ni vapee. Si lo hace, consiga recursos que la ayuden a dejar de fumar.
Elabore un plan para la atención médica futura. Toda lista de verificación de cuidado de la salud puede incluir conversaciones con la familia sobre decisiones de salud futuras en caso de enfermedad grave, con el objetivo de registrar esos deseos en las directivas de cuidado de la salud anticipadamente. La AARP y la AHA proporcionan recursos para ayudar.
Obtenga ayuda. Es normal sentirse asustada, abrumada o confundida durante el manejo de la insuficiencia cardíaca, especialmente durante una pandemia. Conéctese con sobrevivientes y cuidadores a través de la Red de apoyo gratuita y en línea de la American Heart Association. A veces es más fácil sobrellevarla cuando sabe que no está sola.