Acerca de la enfermedad arterial periférica (EAP)
La enfermedad arterial periférica es similar a la enfermedad arterial coronaria (EAC).
La enfermedad arterial periférica es un estrechamiento de las arterias periféricas que transportan la sangre del corazón a otras partes del cuerpo. El tipo más frecuente es la EAP de las extremidades inferiores, en la que el flujo sanguíneo se reduce a las piernas y los pies.
Tanto la EAP como la enfermedad arterial coronaria son causadas por la aterosclerosis, la acumulación de placa grasa en las arterias que las estrecha y bloquea en todo el cuerpo, incluso en el corazón, el cerebro, los brazos, las piernas, la pelvis y los riñones.
Datos básicos sobre la EAP
Los síntomas más frecuentes de la EAP de las extremidades inferiores son calambres, fatiga, dolor o malestar en los músculos de las piernas o la cadera a la hora de caminar o subir escaleras. Por lo general, este dolor desaparece con el reposo y aparece de nuevo cuando vuelve a caminar.
Tenga en cuenta lo siguiente:
- Mucha gente confunde los síntomas de EAP con otra cosa.
- A menudo, los profesionales de la salud no diagnostican la EAP.
- Los pacientes con enfermedad arterial periférica presentan un mayor riesgo de enfermedad coronaria, infarto al miocardio y accidente cerebrovascular.
- Si no se trata, la EAP puede dar lugar a gangrena y amputación.
Vea nuestra biblioteca interactiva sobre la EAP.
Riesgos añadidos de la EAP
Ciertos factores aumentan las posibilidades de padecer enfermedad arterial periférica, como por ejemplo:
- Edad avanzada.
- Presión arterial alta o colesterol alto
- Tabaquismo
- Diabetes tipo 2
Las buenas noticias
Si está en riesgo de padecer EAP o ya se la han diagnosticado:
- La EAP se diagnostica con un procedimiento sencillo e indoloro.
- Puede tomar el control: Siga las recomendaciones de su médico y esfuércese por llevar un estilo de vida saludable para el corazón.
- Algunos casos de EAP se pueden tratar con cambios en el estilo de vida y medicación.
Aterosclerosis y EAP
Si tiene aterosclerosis, significa que se ha acumulado placa en las paredes interiores de las arterias. La placa está formada por depósitos de grasa, colesterol y otras sustancias. La aterosclerosis en las arterias periféricas es la causa más común de EAP.
Para ver cómo la placa limita el flujo sanguíneo, consulte nuestra biblioteca interactiva sobre la EAP.
En primer lugar, se acumula suficiente placa como para estrechar la arteria, lo que reduce el flujo sanguíneo. A continuación, si la placa se vuelve frágil o se inflama, puede romperse y provocar la formación de coágulos. Un coágulo puede estrechar aún más la arteria o bloquearla por completo.
Si el bloqueo permanece en las arterias periféricas de las piernas, puede causar dolor, cambios en el color de la piel, dificultad para caminar, irritación o úlceras. La pérdida total de circulación en las piernas y los pies puede causar gangrena y la pérdida de una extremidad.
Si el bloqueo se produce en una arteria carótida, puede provocar un derrame cerebral.
Vea una animación sobre aterosclerosis y EAP
Es importante conocer los datos sobre la EAP. Cuanto más entienda, más podrá ayudar a su médico a realizar un diagnóstico temprano. La EAP tiene síntomas frecuentes, pero muchas personas con EAP nunca presenta síntomas.
Hable con su médico y tome el control de su salud cardiovascular.