Cambios cognitivos y de la comunicación comunes luego de un ataque o derrame cerebral
El cerebro controla la capacidad de usar el lenguaje. Hablar, escuchar y comprender son procesos complejos. Cada una de estas actividades involucra una parte diferente del cerebro. La ubicación de la lesión provocada por el ataque o derrame cerebral determina el tipo de problema de comunicación.
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Afasia
La afasia es un problema común de comunicación luego de un ataque o derrame cerebral. Existen tres tipos: expresivo, receptivo y global.
- Las personas con afasia expresiva (no fluente) saben lo que quieren decir, pero tienen dificultades para decirlo. No pueden encontrar las palabras correctas o tienen problemas para “sacar las palabras”. También es posible que usen palabras incorrectas o que omitan palabras sin saberlo.
- Las personas con afasia receptiva (fluente) tienen problemas para comprender palabras que dicen otras personas. Es posible que no comprendan el orden de las palabras o la relación entre estas.
- En el caso de las personas con afasia global, es posible que no puedan hablar, nombrar objetos, repetir frases ni seguir instrucciones. Además, tienen mucha dificultad para comprender lo que dicen los demás.
Disartria
La disartria afecta el control de los músculos del rostro, la lengua y la boca. Las personas con disartria pueden saber exactamente lo que quieren decir; pero deben hablar lentamente. Es posible que el habla suene arrastrada, velada, nasal o con ronquera.
Apraxia
La apraxia del habla afecta la capacidad de hablar. Las personas con apraxia tienen problemas para conectar los mensajes del habla del cerebro con la boca. La apraxia del habla puede afectar no solo la capacidad para hablar; a menudo, también afecta la lectura y la escritura.
La afasia, la disartria y la apraxia no causan la pérdida del intelecto. Si bien le resulta difícil a un sobreviviente hablar, no es porque haya perdido inteligencia.
Diferentes partes del cerebro controlan tipos específicos de pensamiento. Según el lugar del cerebro en el que se produzca el ataque o derrame, pueden ocurrir problemas con determinados tipos de pensamientos. Los sobrevivientes del ataque o derrame cerebral pueden tener problemas de memoria. Planificar, organizar ideas o tomar decisiones también puede resultar difícil luego de un ataque o derrame cerebral.
Cómo afecta la memoria un ataque o derrame cerebral
Muchos sobrevivientes de ataques o derrames cerebrales enfrentan desafíos relativos a la memoria. Sin embargo, no todos los problemas relativos a la memoria son iguales. Un sobreviviente de un ataque o derrame cerebral puede:
- Recordar solo un breve período. Por ejemplo, podría recordar solo dos o tres pasos de un conjunto de instrucciones. O la persona podría olvidar si tomó sus medicamentos o si comió.
- Tener problemas para asimilar información nueva. Es posible que el sobreviviente necesite que le repitan las cosas una y otra vez.
- Tener problemas para transferir lo aprendido en un entorno a otro. Por ejemplo, en el hospital, el sobreviviente puede trasladarse solo y con seguridad de una silla de ruedas a una cama. En cambio, en su casa, en otro entorno, es posible que la persona no pueda hacer la misma tarea.
- Mezclar los detalles de un evento. Un sobreviviente de un ataque o derrame cerebral podría confundirse acerca de cuándo sucedió un evento o con quién estaba. Por ejemplo, podría creer que un miembro de la familia lo visitó por la mañana cuando en realidad lo visitó la noche anterior.
Sugerencias útiles de Reed y Mary Harris
Cuando Reed Harris tuvo ataque o derrame cerebral a los 50 años, quedó casi completamente imposibilitado para comunicarse oralmente y para comprender lo que otros decían. También tuvo una parálisis facial del lado derecho, apraxia grave y anomia, la incapacidad de recordar o decir las palabras correctas. Reed también tenía algunos problemas de procesamiento auditivo, lo que le ocasionaba dificultad con cómo su cerebro procesaba lo que escuchaba. Reed y su esposa, Mary, trabajaron juntos en la recuperación luego del ataque o derrame cerebral de Reed, y comparten lo que les resultó más útil de lo que aprendieron a lo largo del camino:
La paciencia es una virtud
Los Harris hacen hincapié que es importante ser PACIENTES con todos los INTENTOS (ya sea que den resultados o no). Y recuerda: la falta de habla no significa que haya falta de oído.
Actuar con paciencia
- Haz una demostración sobre cómo hacer las tareas.
- Divide todas las acciones en pasos más pequeños.
- Aclara cuál será el siguiente paso.
- Repetición: aborda la repetición número 20 como si fuera la primera.
Comunícate con paciencia
- Baja el ritmo.
- Pro-nun-cia con cuidado para que te entiendan mejor.
- Acércate/haz contacto visual/haz contacto físico.
- No termines las oraciones a menos que se te pida hacerlo.
- Cuando quieras hacer una pregunta: es mejor ofrecer múltiples opciones de respuesta que solo la posibilidad de que se responda sí/no.
- Sé conciso. Da tiempo para que se responda.
Sugerencias para el largo plazo
Para parejas que no tengan experiencia previa con la afasia y la recuperación posterior a un ataque o derrame cerebral, Mary dice: “Reed y yo respondimos rotundamente con la frase: ‘¡Jamás nos daremos por vencidos!’”. Con base en su propia experiencia y la de muchas personas que han conocido, consideran fundamental:
- Ser creativos y personalizar el plan de recuperación. Todos somos diferentes. ¡Recuerda que incluso una conversación con un farmacéutico puede ser una fuente de motivación y una terapia del habla!
- Ser persistente en tus esfuerzos para recuperarte.
- Celebrar los pequeños avances.
- La vida es la mejor terapia, ¡vívela!
Mary cuenta que el día del ataque o derrame cerebral de Reed: “…cambió todo el curso y el propósito de nuestras vidas. Pero seguimos adelante. Hemos aprendido a adaptarnos. Si bien nuestras vidas cambiaron para siempre, sentimos que la experiencia del ataque o derrame cerebral y la recuperación nos ha enriquecido como personas y como pareja. El ataque o derrame cerebral fue nuestra segunda oportunidad. Nuestras vidas se enriquecieron y se completaron, y tenemos una mayor motivación”.
| Reed y Mary Harris |
Extraído y adaptado de “Caring for a Survivor with Aphasia”, Stroke Connection® Fall 2016