Pericarditis recurrente
¿Qué es la pericarditis recurrente?
La pericarditis recurrente se produce cuando desarrolla pericarditis por segunda vez después de no tener síntomas durante al menos cuatro semanas.
La pericarditis es la inflamación del pericardio, un órgano similar a un saco con dos capas delgadas de tejido que rodean el corazón para mantenerlo en su lugar y ayudarlo a trabajar. Una pequeña cantidad de líquido mantiene las capas separadas y disminuye la fricción entre ellas cuando el corazón late. Pero en algunas personas con esta afección, estos tejidos se inflaman e irritan. Esto puede causar dolor torácico agudo y puede provocar acumulación de líquido alrededor del corazón que causa molestias. En la mayoría de los casos, la pericarditis es leve y mejora por sí sola sin tratamiento.
La pericarditis recurrente se produce en el 15% al 50% de las personas con pericarditis en los EE. UU., o alrededor de 40,000 personas. La pericarditis es más común en hombres de 16 a 65 años, pero puede afectar a cualquier persona de cualquier edad. La pericarditis recurrente se produce con mayor frecuencia en mujeres, que son más susceptibles a afecciones autoinmunes que pueden irritar el pericardio. En un estudio reciente, se descubrió que alrededor del 5% de las personas que buscaban tratamiento en los servicios de emergencias hospitalarios por dolor de pecho presentaban pericarditis aguda.
Entre otros tipos de pericarditis se encuentran:
- Pericarditis aguda (menos de cuatro a seis semanas)
- Pericarditis incesante (síntomas persistentes durante más de cuatro a seis semanas, pero menos de tres meses a pesar del tratamiento)
- Pericarditis constrictiva (que dura más de 3 meses, una forma a menudo crónica de insuficiencia cardíaca en la que se forma el tejido y hace que el pericardio pierda su elasticidad)
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¿Cuáles son los síntomas de la pericarditis recurrente?
Los síntomas de la pericarditis recurrente incluyen:
- Dolor sordo, presión o dolor punzante en el pecho que empeora cuando tose, respira profundo o se acuesta (algunas personas confunden el dolor por un ataque cardíaco), que mejora al sentarse e inclinarse hacia delante
- Respiración entrecortada o dificultad respiratoria
- Palpitaciones cardíacas o latidos cardíacos más rápidos de lo normal
- Fiebre baja
- Tos
- Abdomen, piernas o pies hinchados
- Síntomas de presión arterial baja, como mareos o desmayos
¿Qué causa la pericarditis recurrente?
Si bien no existe una causa única para la pericarditis recurrente, a menudo se desarrolla en personas cuyo episodio inicial de pericarditis no se trata adecuadamente. La administración a largo plazo de corticosteroides, como la prednisona, también puede asociarse con recurrencias.
En hasta el 20% de los casos, las enfermedades virales como el herpes, la gripe, el adenovirus, el enterovirus, el virus de Epstein Barr (EBV) o los virus de la hepatitis (A, B, C) también pueden causar pericarditis recurrente.
Entre otras posibles causas se encuentran:
- Afecciones autoinmunes como lupus, esclerodermia y artritis reumatoide
- Complicaciones de un ataque cardíaco o cirugía cardíaca
- Problemas de salud como insuficiencia renal, cáncer, VIH/SIDA o tuberculosis
- Infecciones bacterianas, fúngicas y parasitarias (más comunes en personas con sistemas inmunitarios comprometidos)
- Ciertos medicamentos, tales como la fenitoína (un medicamento anticonvulsivo), la warfarina y la heparina (anticoagulantes), y la procainamida (recetados para latidos cardíacos irregulares)
A menudo, no se puede identificar la causa de la pericarditis recurrente.
¿Cómo se diagnostica la pericarditis recurrente?
Su médico de atención primaria, pediatra o internista a menudo diagnostica y trata la pericarditis recurrente. Según su edad y sus afecciones médicas, también puede estar involucrado un cardiólogo o un especialista en enfermedades infecciosas.
Si su médico cree que usted puede tener pericarditis, escuchará su corazón para detectar sonidos de roce que a menudo se producen en personas con esta afección. Los médicos pueden utilizar las siguientes pruebas para confirmar el diagnóstico:
- Análisis de sangre: Puede revelar la presencia de leucocitos, proteína C reactiva y otros signos de inflamación. También puede detectar signos de lesión cardíaca, como la troponina.
- ECG (electrocardiograma): Proporciona una imagen de la actividad eléctrica del corazón y ciertos resultados pueden sugerir pericarditis.
- Radiografía de tórax: Toma imágenes del corazón, los pulmones y los vasos sanguíneos dentro del pecho. Una radiografía puede mostrar si el corazón está agrandado debido al exceso de líquido en el pericardio. También puede revelar signos de infección, sarcoidosis o neoplasias que pueden causar pericarditis.
- Ecocardiograma: Las ondas sonoras crean imágenes del tamaño, la forma y el funcionamiento del corazón. Esto puede revelar acumulación de líquido en el pericardio.
- TC cardíaca (tomografía computarizada): Un tipo de radiografía que toma una imagen clara y detallada del corazón.
- RM cardíaca (resonancia magnética): Los imanes y las ondas de radio crean imágenes detalladas de los órganos y tejidos, lo que puede revelar cambios en el pericardio.
¿Cómo se trata la pericarditis recurrente?
La pericarditis recurrente suele tratarse con aspirina y otros fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE). El medicamento antiinflamatorio colchicina puede mejorar la eficacia de esos fármacos y a menudo se receta con ellos.
Cuando los AINE y la colchicina no conducen a una remisión completa, también se pueden prescribir dosis bajas a moderadas de corticosteroides como prednisona. Debido a que los esteroides se han vinculado con un mayor riesgo de recurrencia, normalmente se utilizan en personas que no pueden tolerar los AINE o en aquellas que están embarazadas o tienen afecciones como enfermedades autoinmunes.
Los inmunosupresores y los bloqueadores de interleucina 1, que neutralizan las moléculas proinflamatorias, también se pueden prescribir para el 5% al 10% de los pacientes que no responden a los medicamentos.
Su médico también puede drenar el exceso de líquido del pericardio o, como último recurso, retirarlo parcial o completamente.
Pronóstico
En la mayoría de las personas, la pericarditis recurrente se puede controlar de forma segura en casa y rara vez provoca la muerte. Sin embargo, puede causar complicaciones potencialmente mortales, como la pérdida de la elasticidad del pericardio (pericarditis constrictiva) y la acumulación de líquido en el pericardio (taponamiento cardíaco). Algunas personas con pericarditis también pueden presentar engrosamiento pericárdico.
Si presenta uno de los siguientes síntomas, su médico puede ingresarla en el hospital para recibir tratamiento:
- Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior
- Pericarditis continua después de una semana de tratamiento con medicamentos antiinflamatorios
- Daño cardíaco
Si siente dolor torácico de cualquier tipo, llame inmediatamente al 911, ya que puede ser un signo de ataque cardíaco. Si tiene pericarditis recurrente, asegúrese de hablar con su médico sobre sus síntomas y opciones de tratamiento.
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