Si ayudas a otros, ¿te ayudas a ti mismo? Por qué el voluntariado puede ser bueno para ti
Por Michael Merschel, American Heart Association News
Marcia Trenholm no necesita un estudio científico para entender por qué el voluntariado es bueno para ella.
Dos días a la semana dona su tiempo al Pension Action Center de la Universidad de Massachusetts Boston para ayudar a los clientes a rastrear beneficios perdidos. Trenholm está jubilada y fue auditora en una compañía de seguros. En otras ocasiones, se le puede encontrar en un centro para personas de la tercera edad, donde es guía certificada para las personas que recién se incorporan a Medicare.
El voluntariado, dijo ella, le hace sentirse comprometida y llena de energía. Le conecta con otras personas y le da un sentido de propósito.
"Lo cierto es que recibo mucho", dijo Trenholm, de 68 años y residente en Belmont. "Soy capaz de dar, pero también soy capaz de recibir".
Un creciente número de investigaciones sobre los beneficios del voluntariado para la salud mental y física, confirman la certeza de su afirmación.
Durante décadas, los investigadores han observado un vínculo entre una mejor salud y el voluntariado, dijo Jeffrey Burr, profesor de gerontología de UMass Boston. La evidencia, que incluye varios estudios dirigidos o coescritos por Burr, ha crecido exponencialmente.
"Estamos convencidos de que el voluntariado tiene ramificaciones positivas para el bienestar", dijo Burr.
Por el momento, los investigadores no pueden explicar todas las conexiones. Pero algunas son más evidentes que otras, como el vínculo con la salud mental.
"En comparación con personas que no son voluntarias, los voluntarios tienen menos depresión, menos ansiedad, una autoestima más alta, mayor satisfacción con la vida, más felicidad y un mejor significado en la vida", dijo Burr.
Burr también ha examinado como el voluntariado afecta la salud cardíaca. En un estudio publicado en la revista The Gerontologist en el 2015, los voluntarios de mediana edad tuvieron menos probabilidades de tener grasa abdominal y nivel alto de glucosa en la sangre que los no voluntarios. También tuvieron niveles más saludables de colesterol HDL, el "bueno". Los voluntarios mayores tuvieron menos probabilidad de presión arterial alta que sus contrapartes no voluntarias.
Otros estudios han arrojado conclusiones similares. Uno de ellos, publicado en JAMA Pediatrics en el 2013, encontró que los estudiantes de escuela secundaria a los que se les pidió que fueran voluntarios tuvieron mejores marcadores para riesgo de enfermedad cardíaca que los estudiantes a los que se les dijo que esperaran durante un semestre.
Eric Kim, profesor adjunto de psicología de la Universidad de Columbia Británica, en Vancouver, Canadá, fue coautor de un estudio que examinó las relaciones entre el voluntariado y la salud en casi 13,000 adultos mayores de 50 años en Estados Unidos. Haciéndose eco de trabajos anteriores, este estudio, publicado en el 2020 en la revista American Journal of Preventive Medicine, encontró que las personas que trabajaban como voluntarias al menos 100 horas al año tenían menos riesgo de morir durante un período de seguimiento de cuatro años en comparación con las no voluntarias.
Sin embargo, el trabajo de Kim, no vinculó al voluntariado con beneficios para afecciones de salud específicas, como la presión arterial alta. Tales contrastes con otras investigaciones resaltan los motivos por los cuales los expertos todavía trabajan para responder la pregunta de por qué, exactamente, es saludable el voluntariado.
"En estos momentos, eso es una especie de investigación vanguardista", dijo Burr.
Parte de ello puede ser la reducción del estrés. El estrés crónico es un factor de riesgo para problemas de salud, y el voluntariado parece aliviar su daño.
Las investigaciones han relacionado al voluntariado con mayor actividad física y menos soledad, dijo Kim. "La soledad verdaderamente tiene un impacto negativo bastante considerable sobre la salud física", dijo él.
El voluntariado puede ayudar a establecer redes sociales más sólidas en una forma que probablemente difiere de simplemente pasar el tiempo con los amigos, dijo Kim. El voluntariado, dijo él, tiene una "motivación más abarcadora, dirigida hacia otros y prosocial", que le da un carácter de "nutrición para el alma".
Puede haber un fundamento evolutivo detrás de eso, dijo Kim. Algunos científicos teorizan que los primeros humanos se habrían beneficiado de la ayuda mutua entre ellos, lo cual significa que puede que estemos programados para sentirnos recompensados por nuestra generosidad. Kim mencionó un estudio del 2011 en la revista Health Psychology que sugirió que las personas que se ofrecían como voluntarias por razones altruistas, cuatro años después tenían menos riesgo de morir que las personas no voluntarias, mientras que las que se ofrecieron como voluntarias por propósitos egocéntricos no vieron ningún beneficio.
No está claro cómo el trabajo específico como voluntario podría afectar a las personas, dijo Kim. "Ese es otro factor importante que tampoco ha sido especialmente bien examinado".
Pero es fácil concebir posibles conexiones, dijo él. Por ejemplo, un voluntario en un entorno de cuidado de la salud podría aprender más acerca de los recursos para la salud, lo cual podría conducirle a mayor número de consultas médicas preventivas.
Burr especuló que los voluntarios que realizan trabajos como el de Trenholm en el centro de pensiones –que ella comparó a un trabajo detectivesco– estarían mentalmente estimulados, lo cual podría ayudar a explicar los beneficios para la salud cognitiva. Un voluntario que empaque cajas en un banco de alimentos recibiría más ejercicio.
Varios estudios, entre ellos los de Kim, han encontrado que el tiempo mínimo para ver un beneficio para la salud parece ser de alrededor de dos horas a la semana.
Según una encuesta dada a conocer a principios de este año por AmeriCorps y la Oficina del Censo de Estados Unidos, más de 60.7 millones de personas se ofrecieron formalmente como voluntarios con organizaciones entre septiembre del 2020 y septiembre del 2021. Abundan las oportunidades para unirse a sus filas, dijo Burr. "Hay mucha más demanda que oferta".
Kim dijo que una buena forma de comenzar es tecleando las palabras "lista de valores fundamentales" en un motor de búsqueda. Eso dará como resultado una lista de adjetivos como "bondad", "integridad" o "espiritualidad". Concéntrate en un valor que signifique algo para ti, dijo él, y luego encuentra una organización que lo encarne.
Kim ofrece voluntariamente sus propias capacidades para ayudar a organizaciones sin fines de lucro con análisis estadísticos. "Me recuerda por qué hago cosas", dijo él. "El ámbito académico puede ser bastante difícil buena parte del tiempo, y esto realmente me motiva".
Él dijo que también honra el espíritu de su abuelo, quien dirigió un orfanato en Corea del Sur. (Burr señala que algunos investigadores han sugerido que el interés en el voluntariado se transmite de generación en generación).
Trenholm dijo que dedica unas 17 horas a la semana a sus dos labores voluntarias. Con cada una, "siempre estoy aprendiendo algo nuevo". En el centro para personas mayores, disfruta su relación directa con otras personas. La investigación sobre pensiones, que realiza desde su casa, "me mantiene estimulada y activa", dijo ella.
Y el hecho de que ella reciba esos beneficios mientras ayuda a otros a superar problemas que en ocasiones son considerables, hace que sea aún más recompensante, dijo ella. "Estoy muy agradecida por poder marcar tal diferencia en la vida de alguien".