Lista de verificación: Mantener la salud y el bienestar como cuidador

Si eres cuidador, cuidar de ti mismo es una de las cosas más importantes que puedes hacer. Es clave para mantener tu salud y bienestar. Cuando te sientes mejor, puedes cuidar mejor a tu ser querido.

Busca tiempo para ti diariamente. Puede ser tan sencillo como salir a caminar durante diez minutos, hacer jardinería o iniciar la lectura de un libro o una revista que tienes la intención de leer.

Revisa la siguiente lista de verificación semanalmente para asegurarte de que estás cuidándote:

☐ Mejora tu alimentación. Busca un patrón general de alimentación saludable que incluya granos enteros, frutas y verduras, proteína magra (pollo, pescado, tofu), frutos secos, semillas y cocina con aceites como el de oliva y el de canola.

☐ Sé más activo. Los adultos deben hacer 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad física vigorosa a la semana. ¿No tienes mucho tiempo? Divídelo en pequeñas sesiones. Caminar es una excelente manera de empezar, incluso si solo caminas por el jardín.

☐ Ten un patrón de sueño saludable. La mayoría de los adultos necesitan dormir entre siete y nueve horas por noche. Dormir lo suficiente garantiza el descanso y promueve un mejor estado de ánimo y energía. También ayuda a tener una mejor función cerebral, que incluye estado de alerta, toma de decisiones, enfoque, aprendizaje, memoria, razonamiento y resolución de problemas. Además, ayuda a curar y reduce el riesgo de una enfermedad crónica.

☐ Tómate un tiempo para ti. Cada día, dedica un momento a una actividad que te guste, como leer, caminar, hacer manualidades, cocinar o escuchar música. Lo que sea que te haga feliz y te relaje puede ser terapéutico.

☐ No te olvides del humor. Es cierto que la risa es una buena medicina. Trata de encontrar humor en tu vida todos los días. Encuentra algo para reír con el ser querido que está a tu cuidado; esa persona también necesita alegría.

☐ Sal a despejarte. Una vez a la semana, al menos, rompe la rutina y ve a un lugar que disfrutes. Visita una cafetería local, asiste a un evento religioso, toma una clase, visita a un amigo o simplemente pasea por el centro comercial. Si tu ser querido necesita atención constante, pide ayuda.

☐ Cuidado con la depresión. Las exigencias a las que te enfrentas al dar cuidados pueden ser difíciles y estresantes. Si experimentas signos de depresión, habla con tu profesional de la salud. A menudo, la depresión se puede tratar con terapia de diálogo o medicación.

☐ No desatiendas otras responsabilidades. Mantén las finanzas al día, trabaja cuando lo necesites y no dejes de hacer planes para el futuro. Si te sumerges por completo en tus responsabilidades como cuidador, más adelante te será más difícil volver a tu vida. Sigue viviendo.

☐ Asiste a tus citas con médicos y dentistas. Haz todo lo que puedas para mantener tu salud. Si te enfermas, no podrás cuidar a tu ser querido. Solicita ayuda cuando la necesites para que puedas asistir a tus propias citas médicas y cuidar tu salud y bienestar.

☐ Piensa positivo. Dedica un tiempo cada día a despejar la mente. Reconoce tus limitaciones y acéptalas. Libérate de los sentimientos de culpa. Felicítate por el trabajo que estás haciendo. Si sientes culpa o enfado, tómate un descanso.

☐ Mantén la conexión con el mundo exterior. No te aísles. Mantén la comunicación con tus familiares y amigos, aunque solo sea por teléfono o a través de Internet. Habla con tus amigos sobre temas que no estén relacionados con tu función de cuidador.

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