Fibrilación auricular en niños
¿Su hijo sufre de fibrilación auricular (FA o FibA)? Estos son algunos datos que debería saber.
La fibrilación auricular es muy rara en niños. Los síntomas, el diagnóstico y los tratamientos son los mismos que en un adulto.
La frecuencia cardíaca normal en niños varía en función de su edad. En un lactante, el corazón late unas 140 veces por minuto. 70 latidos por minuto es una frecuencia normal para un niño mayor.
El corazón de FibA en un niño funciona de forma similar al corazón de FibA en un adulto, con múltiples señales eléctricas activadas desde diferentes lugares dentro o alrededor del corazón que causan que las aurículas fibrilen o “se agiten”. Esto, a su vez, hace que los ventrículos se contraigan con una frecuencia anormal y menos eficaz.
Puede que su hijo no sea capaz de describir lo que está sintiendo durante un episodio de FibA. A veces, no experimentan ningún síntoma. Es importante que consulte al profesional de la salud de su hijo si muestra cualquiera de estos síntomas:
- Debilidad o cansancio; se agota fácilmente haciendo ejercicio
- Palpitaciones, dolor o presión en el pecho
- Respiración entrecortada
- Desmayos o aturdimientos
Su médico puede solicitar una o más de las siguientes pruebas:
- Electrocardiograma (también denominado EKG o ECG): se trata de una prueba no invasiva que se utiliza para visualizar y registrar los patrones eléctricos del corazón.
- Estudio electrofisiológico (EF): un pequeño catéter (o alambre) delgado se inserta a través de una vena hacia el corazón. Esto les permitirá a los médicos localizar las áreas que están causando la arritmia.
- Prueba de esfuerzo: una prueba que muestra cómo funciona el corazón durante el ejercicio.
- Monitores cardíacos: se trata de pequeños monitores que llevan los niños durante un tiempo que varía de 24 horas a un mes. Se utilizan para detectar cualquier ritmo cardíaco anormal.
Se dispone de varios tratamientos distintos que se determinan mediante los resultados de las pruebas de diagnóstico.
La fibrilación auricular en niños suele tener tratamiento y se puede controlar con medicamentos. Consulte a su pediatra si sospecha que su hijo tiene fibrilación auricular. Como en los adultos, el riesgo de sufrir un derrame cerebral o una embolia pulmonar es mayor si a su hijo le diagnosticaron esta afección.
Algunos estudios muestran posibles vínculos con factores hereditarios, mientras que otros atribuyen la FA en la infancia a anomalías cardíacas congénitas o a complicaciones posquirúrgicas.