R.Á.P.I.D.O.:  Obtén ayuda, llama al 911

Es posible que el operador del 911 (o del número de emergencia local) haga algunas preguntas para enviar al personal de emergencias adecuado lo antes posible. Cuando sospeches de un ataque o derrame cerebral, infórmale al operador de lo siguiente:

• La dirección o ubicación si estás en un lugar público, como un parque.
• Los síntomas que observas y que sospechas que se trata de un ataque o derrame cerebral. Hasta que el operador te pida más detalles, intenta limitar la información a datos breves y fundamentales.
• El momento en que la persona empezó a presentar los síntomas del ataque o derrame cerebral.

Por ejemplo, “Creo que mi madre está sufriendo un ataque o derrame cerebral. Parece que le cuesta hablar y se le paralizó la parte izquierda del rostro hace dos minutos. Estamos en tal domicilio, en tal pueblo”.

El operador también podría preguntar el nombre, la edad y la descripción de la persona, así como si está consciente o si respira.

Como la persona haciendo la llamada, es posible que también te pidan información tuya como tu nombre y número de teléfono.

Si te preocupa llamar al 911 (o al número de emergencia local) como testigo presencial, puedes mantener el anonimato. No es necesario que proporciones tu nombre, número de teléfono ni otra información que te identifique.

Si te preocupa llamar al 911 (o al número de emergencia local) porque no hablas inglés, marca el número de emergencia y simplemente di “Stroke. Spanish interpreter” (Ataque o derrame cerebral. Intérprete de español). O solicita el idioma que prefieras. La mayoría de los centros de atención telefónica de los servicios de emergencias médicas (SEM) utilizan servicios de interpretación que les permite responder las llamadas en español y otros idiomas.

No puedes permitirte NO llamar al 911 (o al número de emergencia local). Un ataque o derrame cerebral puede causar la muerte o una discapacidad permanente si no se recibe tratamiento a tiempo.

La Ley de Tratamiento Médico de Emergencia y Parto es una ley federal que exige que sea estabilizada y tratada cualquier persona con una condición urgente que sea atendida en un servicio de emergencias hospitalario, sin importar que tenga seguro médico o que pueda pagar.

Por lo general, la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, una ley federal, exige que la mayoría de las pólizas de seguro médico cubran los servicios de emergencia. Cualquier póliza que incluya los servicios de emergencia debe cubrirlos independientemente de que el profesional de salud o el hospital formen parte de la red. Además, la póliza no puede imponer ningún copago ni seguro compartido por servicios de emergencia fuera de la red de cobertura que sean mayores que el costo dentro de la red.