Por qué todos deberían preocuparse por las disparidades en el ámbito de la salud, y qué hacer al respecto
Por Genaro C. Armas, American Heart Association News
La pandemia de coronavirus y el movimiento por la equidad han puesto de manifiesto problemas sistémicos de larga data que contribuyen a las disparidades en el ámbito de la salud y que se relacionan con factores como la raza y la etnia, la situación socioeconómica y la identidad sexual.
Sin embargo, dichas disparidades no solo afectan a las personas que las enfrentan. En una época de profunda división e incertidumbre, los expertos ven la oportunidad de recordar a la gente que todos estamos conectados.
"Todos nos perjudicamos si no se abordan las desigualdades y no se garantizan las oportunidades para los más vulnerables de nuestra sociedad", dijo la Dra. Lisa Cooper, fundadora y directora del Centro Johns Hopkins para la Equidad en la Salud de Baltimore. "Todos estamos pagando el costo que esto ha tenido en nuestra economía y en nuestro sistema médico".
Ese costo es bastante elevado.
De acuerdo con un análisis de 2018 de la Fundación W.K. Kellogg y la organización sin fines de lucro Altarum, las disparidades raciales en materia de salud provocan anualmente en los Estados Unidos alrededor de $93 mil millones en costos excesivos de atención médica y $42 mil millones en pérdida de productividad. Además de ser costosas, las disparidades obstaculizan la salud general de la nación, ya que los grupos que históricamente han tenido acceso a menos recursos tienen tasas más altas de enfermedad y muerte por una variedad de condiciones prevenibles.
Trabajar para cerrar las brechas en materia de salud y atención médica requerirá esfuerzos comunitarios y legislativos. Sin embargo, igual de importantes son las conversaciones que todo el mundo puede mantener cada día para crear consciencia, señalar las injusticias y abogar por el cambio, dijo Cooper.
"De manera individual, cada uno puede responsabilizarse siendo más consciente de cómo sus propias actitudes y comportamientos perpetúan el problema", señaló. "Es posible exigir la responsabilidad de otros al convertirse en un defensor o aliado de los integrantes de grupos marginados. Muchas organizaciones comunitarias actualmente ofrecen capacitación acerca de los prejuicios implícitos y contra las actitudes racistas".
La gente también puede participar en los esfuerzos de la comunidad y votar por los políticos que apoyan los esfuerzos equitativos, dijo Cooper.
Un aviso en 2020 emitido por la American Heart Association definió las disparidades de salud como "un tipo particular de diferencia de salud que se vincula estrechamente con la desventaja social, económica y medioambiental". Las disparidades de salud afectan negativamente a grupos de personas que han enfrentado mayores obstáculos para la salud de manera sistemática" en virtud de su origen racial o étnico, o por otras características relacionadas con la discriminación o la exclusión.
Por ejemplo, muchas personas LGBTQ afirman haber sufrido algún tipo de discriminación durante sus consultas médicas, inclusive a través del uso de un lenguaje abusivo o la denegación del servicio, según otro informe de la AHA en 2020 que analizó la salud cardiovascular de los adultos LGBTQ. Asimismo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informaron que, entre las personas con COVID, los pacientes negros, hispanos, asiáticos e indios americanos o nativos de Alaska tienen mayores tasas de hospitalización y muerte comparados con los pacientes blancos.
La pandemia amplió las disparidades en el ámbito de la salud y expuso aún más el impacto de los determinantes sociales que la afectan, es decir, las condiciones en las que las personas nacen y viven, dijo el Dr. Salvador Cruz-Flores, presidente fundador del departamento de neurología del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas Tech.
Por ejemplo, las políticas que promovieron la segregación en la vivienda pueden explicar por qué algunos vecindarios tienen más familias sin seguro o con seguro insuficiente. A su vez, esas familias pueden tener menos acceso a la atención médica.
"¿Por qué debemos pensar que es correcto que alguien tenga un alto riesgo de morir sólo por el lugar donde vive?", dijo Cruz-Flores. Sin embargo, la reducción de las brechas de disparidad requiere la voluntad de la sociedad "para impulsar un cambio de política que pueda nivelar el campo de juego y hacer que la sociedad sea más equitativa".
El asesinato de George Floyd el pasado mes de mayo reavivó el movimiento por la justicia racial y social y añadió urgencia a la cuestión de la equidad en el ámbito de la salud dijo Cruz-Flores. De hecho, este año pasado, organizaciones de salud y sociedades médicas como la AHA y la Academia Americana de Neurología se comprometieron a realizar esfuerzos para lograr la equidad y la inclusión en la atención médica.
En su próximo libro, "Why Are Health Disparities Everyone's Problem" (¿Por qué las disparidades de salud son un problema de todos?), Cooper se basa en su experiencia personal de haber crecido en el país africano occidental de Liberia y de haber trabajado durante tres décadas como internista, profesora e investigadora para ilustrar las causas y los efectos de las desigualdades profundamente arraigadas, así como las soluciones para ayudar a invertir las tendencias.
Cuando habla con los pacientes acerca de la salud del corazón, los anima a seguir una dieta baja en sal, con mucha fruta y verdura, y les recomienda tomar los medicamentos según lo prescrito y caminar por lo menos 20 minutos al día.
Sin embargo, Cooper sabe que algunos de ellos viven en zonas donde la tienda de la esquina quizás venda principalmente alimentos procesados y que otros no pueden pagar sus medicamentos o no se sienten seguros al caminar por su colonia.
"Entonces, tendré que hacer más que solo mencionar esas cosas", indicó.
Podría significar trabajar con una organización que capacite a agentes de salud comunitaria para ayudar a las personas en cosas como inscribirse en un seguro médico u obtener ayuda financiera para cubrir sus cuentas de servicios públicos, para que así puedan refrigerar los alimentos y los medicamentos de forma segura, dijo Cooper. Podría significar asociarse con una tienda de comestibles para hacer entregas de productos frescos en determinados vecindarios o hablar con un funcionario municipal acerca de la creación de espacios verdes o calles seguras.
"Suena como un gran problema, y lo es", dijo Cooper. "Pero cada persona puede hacer su parte".
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